NUEVOS RASTRILLAJES
Así fue el rastrillaje que en 24 horas aportó información a la causa
El sábado comenzaron con las pesquisas en la zona donde vieron por última vez a la pequeña. Los canes siguieron sus rastros hasta la Autopista de las Serranías Puntanas.
Desde que desapareció Guadalupe Belén Lucero, todo alrededor de la investigación está lleno de interrogantes.
Este viernes Santiago Díaz, integrante de la Brigada R.I.K 9 (Rescate con Intervención Canina) llegó a la provincia y encabezó nuevos rastrillajes en la zona 0, el último lugar donde vieron a la nena.
El experto viajó desde Santa Fe a instancias de Yamila Cialone, y trajo canes entrenados en la búsqueda de personas desaparecidas: Nube, Laica y Space sumaron con su tarea una nueva información.
A Díaz, que es un chofer de ambulancia, lo acompañaron David, que se desempeña como molinero y Cristian que es taxista.
En 24 horas hicieron rastrillajes en el campo colindante al Barrio 544 Viviendas y encontraron elementos que podrían ser de interés para la causa. El informe concluyó en un dato revelador para la mamá de Guadalupe y toda la familia: los perros encontraron rastros de Guadalupe a lo largo del descampado y se desvanecieron en la Autopista de las Serranías Puntanas. Por primera vez tomó fuerza la hipótesis de que a la menor la raptaron y la trasladaron en algún vehículo por la ruta.
Los brigadistas se ofrecieron a colaborar desde el primer momento, pero nunca los convocaron. Estuvieron en San Luis por la insistencia de la madre de Cialone, que muchas veces cuestionó la labor de la fuerza provincial.
El Chorrillero repitió el recorrido que hizo Díaz este fin de semana. Este medio llegó al sector de la búsqueda justo a la hora que este lunes se cumplían los 70 días de la desaparición.
“El sábado, una vez que obtuve el aroma de la niña, comencé a trabajar. Hice las primeras marcaciones, luego encontramos evidencia sobre la vereda del frente de la casa y después la perra dobló en la esquina y se dirigió hacia el descampado”, detalló.
Ese día una perra se lastimó una patita y por tuvieron que seguir el día siguiente. El domingo el animal cruzó el descampado y cuando llegó al asfalto de la Autopista “avisó que ya no había más rastros”.
“Por la experiencia que tengo, puedo decir que ninguna persona sin conocer se metería en este sector porque terminaría lastimado por las plantas con espinas y además de la oscuridad”, sostuvo.
Ese 14 de junio la ruta costea el descampado tenía las luminarias apagadas. Por eso los vecinos usaron las linternas de sus celulares para alumbrarse cuando buscaban.
Díaz, aclaró que el seguimiento del rastro no fue en dirección recta porque a causa de las condiciones climáticas y por el paso del tiempo “las partículas se encontraban dispersas”.
“Si la subieron a un vehículo totalmente cerrado no se puede detectar la presencia de partículas. Es lo que pudimos notar claramente porque el olfato del can llega hasta el borde del asfalto del carril que va hacia Mendoza”, señaló.
El equipo encontró “dos elementos” que fueron aportados para pericias porque tendrían “el olor de Guada”.
“Tengo la plena seguridad después de tantos años de trabajo y la cantidad de casos resueltos, que el perro no miente, no falla”, insistió.
En cuanto a la labor de Nube dijo: “Hizo un trabajo excelente, justamente la traje porque yo sé que Dios me la va a guiar, conozco al animal y sé que tiene unas muy buenas cualidades olfativas”.
También se mostró esperanzado: “Necesito creer que Guadalupe está viva porque es lo que nos movió hacia este lugar. Sé que este humilde aporte a la Justicia les va a permitir tener una abanico de posibilidades". Y al final no pudo contener las lágrimas: "Como papá antes que como buscador, me parte el alma el pensar cómo se la llevaron”.