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¿Quiénes son los líderes del Talibán al mando de Afganistán?

El Talibán sorprendió al mundo con la velocidad de su ataque en Afganistán y la captura de Kabul el 15 de agosto. Mientras alcanzaba la victoria, el grupo trató de crear una imagen de sí mismo más moderada: “El Talibán 2.0”, con habilidad para las redes sociales y buenas relaciones diplomáticas con otros países. Pero los perfiles de las figuras que encabezan la jerarquía del Talibán revelan que su pasado violento es su presente violento.

Foto AFP
El vice-comandante supremo y líder político talibán Abdul Ghani Baradar durante las conversaciones con figuras políticas afganas en Moscú, Rusia.
Actualizada: 24/08/2021 12:47
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Hibatullah Akhundzada: comandante en jefe

Akhundzada se convirtió en el comandante en jefe del Talibán en mayo de 2016, después de que un ataque por dron matara a su predecesor Akhtar Mansour. El líder de Al-Qaeda Ayman al-Zawahiri le declaró su apoyo cuando Akhundzada ascendió al cargo, llamándolo un “emir de los creyentes”.

Se cree que nació en 1961 en Kandahar, el corazón rural del Talibán en el sur. Akhundzada tomó las armas en la resistencia muyahidín contra la brutal campaña de la Unión Soviética entre 1979 y 1989 para apuntalar su gobierno títere comunista.

Después de que la URSS abandonara humillada el país, y de que Afganistán cayera en una guerra civil, Akhundzada hacía parte de los primeros miembros del Talibán cuando el grupo emergió como una línea dura de la milicia islamista en el sur, en 1994.

El líder talibán Hibatullah Akhundzada posa para un retrato en esta foto sin fecha desde un lugar desconocido, publicada en 2016.

Luego se convirtió en el líder de los tribunales de la Sharia, que impusieron una interpretación cruel y fundamentalista de la ley islámica para el pueblo afgano durante el primer periodo del Talibán en el poder, de 1996 hasta 2001.

Los analistas de Afganistán consideran a Akhundzada ante todo como un líder religioso, aunque como comandante en jefe tenga la última palabra en asuntos políticos y militares.

La historia de Akhundzada como juez supremo de la Sharia del Talibán lo convierte en un líder apto para el sistema, según la ley de la Sharia que se está inaugurando en Afganistán.

Abdul Ghani Baradar: primer diputado, líder político

Baradar encabeza la jerarquía de los tres diputados de Akhundzada. Nacido en 1968, se volvió amigo de Mohammad Omar cuando era adolescente.

Después de luchar contra los soviéticos como la mano derecha de Omar en un batallón muyahidín, Baradar se unió a su amigo y al resto del grupo para fundar el Talibán en 1994.

El líder político talibán Abdul Ghani Baradar observa durante la declaración final de las conversaciones de paz entre el Gobierno afgano y los talibanes en Doha el 18 de julio de 2021. (Foto AFP)

Baradar fue uno de los principales actores en la conocida organización Quetta Shura –que presuntamente dirigió las operaciones del Talibán desde el territorio pakistaní después de que la invasión de Estados Unidos en 2001 derrocara a los islamistas afganos–, hasta su captura en Karachi en 2010, suceso que los oficiales estadounidenses celebraron en ese momento como un posible “momento decisivo” en su guerra contra el Talibán.

Pakistán liberó a Baradar en 2018 bajo petición de Estados Unidos. Poco después, viajó a Qatar para encabezar las oficinas diplomáticas del Talibán. Ocupando ese cargo, firmó el Acuerdo de Doha con la Administración Trump en febrero de 2020, bajo el cual Estados Unidos afirmaba que retiraría todas las tropas siempre y cuando el Talibán buscara una solución diplomática con el gobierno afgano y detuviera todas las operaciones de Al-Qaeda en las áreas bajo su control.

Mohammad Yaqoob: diputado, líder militar

Yaqoob es el hijo de Mohammad Omar y el líder de las actividades militares del Talibán.

Mientras su padre se mantiene como una figura talismánica para el grupo islamista, Yaqoob fue considerado como un posible comandante en jefe después de la muerte de Mansour en 2016. Pero ahora, cuando se cree que tiene alrededor de 30 años, fue rechazado por tener falta de experiencia.

Algunos analistas consideran que la decisión de haber elegido a Yaqoob como reemplazo temporal de Akhundzada –cuando el comandante en jefe contrajo Covid-19 en mayo de 2020– es un signo de la gran estima que le tienen los comandos del Talibán, según una importante figura del grupo que habló con la revista Foreign Policy.

Pero otros observadores consideran que esto sobreestima el papel de Yaqoob y que su mandato como líder supremo del Talibán fue puramente simbólico, motivado por su parentesco con Mohammad Omar.

Sirajuddin Haqqani: diputado, jefe de la red Haqqani

Haqqani, quien se cree que tiene alrededor de 40 años, es el líder del grupo yihadista que lleva su apellido.

La red Haqqani fue fundada por el padre de Sirajuddin, Jalaluddin, en los años 1980, y se remonta a la guerra contra la Unión Soviética. Le declararon su lealtad al Talibán en 1995 y se involucraron ampliamente en la guerra del Talibán contra Estados Unidos y sus aliados a partir de 2001. Durante ese tiempo, retomaron la asimétrica estrategia de la guerrilla que adoptaron contra los soviéticos, supuestamente desde una base en Waziristán del Norte a lo largo de la frontera pakistaní.

Una fotografía sin fecha del folleto de búsqueda del FBI para el líder de la red Haqqani, Sirajuddin Haqqani.

La red Haqqani también se encarga de administrar los bienes militares del Talibán en sus bases a lo largo de la frontera con Pakistán.

Sirajuddin se volvió el líder de la red Haqqani después de la muerte de Jalaluddin en 2018. Es uno de los sospechosos más buscados en la lista del FBI, donde es descrito como un hombre “armado y peligroso”.

El grupo yihadista ha sido culpado por una serie de ataques terroristas en Afganistán, incluyendo el ataque mortal al hotel Serena en Kabul en 2008, del cual Sirajuddin Haqqani admitió la responsabilidad.

Escribió un artículo de opinión para el ‘New York Times’ en febrero de 2020, poco antes de firmar el Acuerdo de Doha, tratando de presentar un lado más suave del Talibán. Haqqani empezó diciendo que estaba “convencido de que el asesinato y la mutilación debían detenerse”. Los críticos se burlaron del artículo, argumentando que era falso. (France24)

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