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JUANA KOSLAY

“Hace 41 días sigo esperando que se haga justicia”: el dolor de la ex pareja del presidente del Concejo Deliberante

La mujer que denunció a Guillermo Carmona por violencia de género, aún espera el accionar de la Justicia. “Sigo haciendo un trabajo de hormiga, haciendo cada trámite que me piden”, dijo en relación a la tenencia de su hija.

El presidente de Concejo Deliberante de Juana Koslay fue denunciado por violencia de género.
Actualizada: 24/08/2021 20:25
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Karina Pereyra decidió exponer el calvario que vivió durante años para lograr alguna respuesta de la Justicia de San Luis. Relató la violencia que recibió de su ex pareja y presidente del Concejo Deliberante de Juana Koslay, Guillermo Carmona. Sin embargo, el alivió todavía no llegó.

A más de 40 días de realizada la denuncia, sigue esperando una resolución para saber si le darán la tenencia de su hija, que actualmente está en manos del papá.

“Hace 41 días que sigo esperando que se haga justicia. Todavía tengo fe y esperanza en que todo esto se solucione pronto”, escribió en las últimas horas en su cuenta de Facebook.

En diálogo con El Chorrillero contó que tras hacer público todo, Carmona y ella fueron sometidos a pericias psicológicas, y pese a que a él “no le dieron muy bien”, la pequeña sigue bajo su custodia.

La niña también fue sometida a estudios con un médico forense y fue escuchada por la defensora de Menores, Marcela Torres Cappiello. Ahora deben aguardar a que ésta última se expida con toda la información recolectada.

“Yo sigo luchando, sigo haciendo un trabajo de hormiga, haciendo cada trámite que me piden. Repito y vuelvo a decir: yo no entiendo, ni quiero los tiempos de la justicia”, expresó.

La relación con Carmona comenzó en 2014, y según denunció, desde ese momento sufrió “violencia física, verbal, psicológica, económica y sexual”.

“En agosto de 2019 terminamos definitivamente, y empezaron las amenazas en los que yo le pedía una separación legal, que veamos la tenencia de la Emi, un régimen de alimentos pero él me amenazaba”, recordó.

Carmona le decía que si lo denunciaba “utilizaría a sus contactos políticos e iba a manipular a la Justicia para que le dieran la tenencia”.

Uno de los episodios más graves que vivió fue en febrero de este año cuando el legislador del oficialismo se presentó en su departamento: “Estaba totalmente borracho, golpeó las dos puertas, las rompió yo en ese momento estaba con mi hija y mi pareja”.

Luego de que las acusaciones fueran públicas, a principios de agosto la concejal por San Luis Unido (SLU), Ivana Páez, pidió que se convoque de forma urgente a una sesión extraordinaria. No hubo respuesta de los ediles oficialistas. Días más tarde iba a llevarse adelante la ordinaria, pero no se concretó por el faltazo del bloque albertista del Frente Justicialista.

Solo asistieron Santiago Orozco, Omar Guerrero y Páez de SLU y Andrea Carreras de Todos unidos. Pudieron trabajar en minoría y expresaron la preocupación por el hecho y reiteraron la “necesidad de que Carmona se tome licencia”.

“No pasó absolutamente nada, sin importarles la denuncia de género que le hice”, cuestionó en este sentido Pereyra.

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