Una ONG pidió por la aparición de Guadalupe frente a la Casa Rosada
Madres Víctimas de Trata llevó la foto de la menor desaparecida en San Luis, frente al edificio presidencial junto al retrato de otros niños y adolescentes que faltan en Argentina.
A más de dos meses de la desaparición de Guadalupe Belén Lucero, la búsqueda traspasó los límites provinciales, nacionales e internacionales.
La organización Madres de Víctimas de Trata llevó la imagen de la nena de 5 años en la tradicional convocaría que realizan el tercer viernes de cada mes en la Plaza de Mayo.
Según detallaron desde la ONG, la convocatoria se hace para generar un impacto simbólico en la búsqueda de niños, y por ello muestran sus rostros, sus nombres y piden para que los encuentren.
Así, por primera vez el caso de la nena puntana desaparecida en el Barrio 544 Vivienda, al sur de la capital, estuvo en la ronda N°54.
Según detalló la titular de Madres, Margarita Meira, fue uno de los chicos que asisten regularmente quien llevó la foto de Guada. Se trata de Maximiliano de 11 años que, con un cartel al frente de su silla de ruedas y con un globo rojo en la mano, pidió que aparezca.
“Los niños desaparecidos no tienen cumpleaños, no tienen juguetes, no tienen nada; entonces, llevamos un globo, caminamos en silencio, sin reír, sin jugar y pensamos en esos chicos”, sostuvo en declaraciones al Diario Atenea.
Meira es una reconocida luchadora por las víctimas de trata y la pedofilia desde hace tiempo, luego de que hace más de 20 años su hija Susana fuera secuestrada por una red de tráfico de personas. Luego la asesinaron y la sepultaron como NN.
La hipótesis de que Guadalupe fuera capturada por alguien tomó más fuerza en las últimas horas luego de que el grupo privado de búsqueda, la Brigada R.I.K 9, diera con nuevos indicios.
Encabezado por Santiago Díaz, la delegación con sus canes realizó nuevos rastrillajes en la zona donde fue vista por última vez. La conclusión fue que los perros encontraron rastros a lo largo del descampado y se desvanecieron en la Autopista de las Serranías Puntanas.
“Si la subieron a un vehículo totalmente cerrado no se puede detectar la presencia de partículas. Es lo que pudimos notar claramente porque el olfato del can llega hasta el borde del asfalto del carril que va hacia Mendoza”, señaló a El Chorrillero.