La deuda en leliqs y pases del BCRA supera en un 34% a la base monetaria y mete presión a la inflación
El nivel se duplicó en la gestión de Pesce y se acerca al máximo de la que tuvo Sturzenegger, de acuerdo con un informe privado.
La deuda remunerada que tiene el Banco Central entre letras de liquidez (leliq) y pases pasivos se duplicó en la gestión de Miguel Pesce y representa el 134% de la base monetaria, un nivel considerado “peligroso” si se tiene en cuenta que implica un “inmenso” potencial de emisión futura y una importante presión inflacionaria.
“Coquetear con niveles similares previos a la crisis de confianza en 2018 sumado a la alta inflación, puede ser peligroso”, advirtió al respecto la Fundación Libertad y Progreso, en referencia a que la relación deuda remunerada/base monetaria se acerca al máximo de la gestión de Federico Sturzenegger, con el 137%. En rigor, ese tope ya fue superado en mayo de este año, cuando la relación alcanzó el 141%.
Al no ser computada en cabeza del Tesoro, estos pasivos no son considerados como parte de la deuda pública, pero tiene una significativa incidencia en el desempeño del Banco Central, ya que al ser de corto plazo obliga a una permanente renovación tras los vencimientos, a razón de dos por semana. Por tal razón, se estima que el costo de la permanente renovación de las leliqs equivale a unos 14.000 millones de dólares anuales.
En la campaña electoral de 2019, el actual presidente Alberto Fernández fue particularmente crítico con la gestión que llevaba a cabo con las leliqs el por entonces presidente del Banco Central, Guido Sandleris, y sostuvo que al llegar al poder utilizaría esos recursos para darle medicamentos gratis a los jubilados.
Sin embargo, LyP advirtió que “a lo largo de la gestión de Miguel Ángel Pesce en el BCRA, la deuda remunerada (leliqs más pases pasivos) se duplicó ya que cuando asumió era el 63% de la base monetaria”.
“Hoy, la magnitud de los pasivos es tan grande que excede a la base monetaria en 1,34 veces. Todo esto en un contexto en donde la inflación se ubica en el 51,8% interanual”, añadió. En ese sentido, el economista jefe de la fundación, Iván Cachanosky, sostuvo que “la deuda remunerada equivale a emisión futura, por lo que el potencial de emisión es inmenso y se ubica casi en los mismos niveles críticos a los que llegó la gestión anterior”.
“Para peor, es muy probable que la emisión monetaria gane velocidad agravando aún más el problema de la inflación”, alertó. Asimismo, advirtió que “el problema empeora ya que parte de los depósitos de la gente están respaldados en gran medida por las Leliqs y no por pesos” y en consecuencia “si las personas comienzan a demandar esos pesos, los bancos tendrán que devolverle las Leliqs al BCRA y la entidad se verá obligada a emitir”.
Para Cachanosky, “este dato no es menor teniendo en cuenta el contexto electoral”. “El principal problema cuando la deuda remunerada es tan grande es que la misma entidad se ve obligada a emitir para pagar los intereses de la misma deuda remunerada, entrando así en un círculo vicioso. Esta problemática no hace más que continuar alimentando la bola de nieve”, remarcó.
Para solucionar el problema, finalizó, “se vuelve necesario bajar en serio el gasto público”, ya que “de lo contrario, la dependencia de la deuda y la emisión continuarán siendo una constante en Argentina, con sus consecuencias económicas”. (NA)