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“Dudamos de si no las prendieron fuego”, la escalofriante denuncia de las familias de las presas que murieron abrazadas

Cuatro presas murieron durante un incendio en una celda de una comisaría en Tucumán. Sus familias creen que fue intencional.

Rocío Micaela Mendoza, Macarena Maylén Salinasy Yanet Yaqueline Saquilan, tres de las presas que murieron en el incendio.
Actualizada: 10/09/2021 11:00
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Las familias de las presas que murieron abrazadas durante un incendio en una comisaría en Tucumán no creen en la versión de la policía y acusaron a los oficiales de la muerte de las cuatro mujeres.

El hecho ocurrió pasadas las 17:30 del jueves de la semana pasada en una de las celdas de la Brigada Femenina de Policía de la ciudad de Concepción, cuando se habría producido un cortocircuito que provocó un incendio. Las llamas se expandieron rápidamente y las víctimas no pudieron hacer nada para salvarse.

Las cuatro presas fueron identificadas como Maylén Salinas -condenada a seis años y ocho meses de prisión por robo agravado-, Yanet Yaqueline Saquilán -por maltrato infantil- y Micaela Rocío Mendoza y María José Saravia -condenadas respectivamente a cinco y tres años por robo.

Raúl, uno de los hermanos de Maylén, se lamentó por lo sucedido y acusó a la policía de haber provocado la muerte de las mujeres. Para sostener esto aseguró que su cuerpo tenía marcas de golpes en la zona de las piernas. “Creemos que antes de morir, les pegaron y las verduguearon. No nos cierra la versión del cortocircuito. Creemos que las dejaron morir, y dudamos de si no las prendieron fuego”, acusó el hombre.

La misma versión fue dada por la cuñada de Saquilán, Marta, que se preguntó: “Si fuese cierto lo del foco, ¿cuánto tiempo les podía llevar abrir la celda? Las policías estaban a tres o cuatro metros de la celda”.

Además de acusarlos de haber provocado el incendio de forma intencional, las familias aseguran que los maltratos a las presas eran moneda corriente en el día a día en la cárcel. José Luís Saravia, el padre de María José, contó que tiene cartas de su hija que probarían esto: “Algunas mañanas las policías las despertaban a baldazos de agua, a veces pasaban varios días sin comer y la guardia la amenazaba”.

Por último, aseguraron que ninguno de los siete oficiales tuvo heridas por el incendio, como se había dicho en un principio, y aseguraron que los vecinos de la cuadra se acercaron hasta la comisaría con baldes de agua para intentar apagar el fuego y que los retuvieron: “¿Cómo no escucharon los gritos? Las dejaron morir”.(Radio Mitre)

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