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Al gobernador no le importan la educación, ni la salud y menos los jóvenes

Alberto Rodríguez Saá reapareció después de las PASO con un desesperado intento de congraciarse y seducir a los mismos chicos que condicionó cerrando las escuelas durante gran parte del año.

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Rodríguez Saá elimina las restricciones en búsqueda del voto de los chicos.

por Daniel Miranda

elchorrillero.com

Actualizada: 22/09/2021 00:40

“Hoy podemos decir que como vienen decreciendo (los casos de coronavirus), casi que podemos decir que estamos en post pandemia, y ¿cómo debemos actuar?, como si hubiera terminado”, les dijo el miércoles a las promos y prepromos ocultando la bronca que lo tuvo aislado durante varios días por la derrota del Frente k Fuerza San Luis en las PASO.

Es una perversidad que la máxima autoridad institucional les transmita a los jóvenes que deben actuar “como si la pandemia hubiera terminado”.

Ese mensaje está al servicio de la necesidad de revertir el resultado de las PASO en la parada electoral del 14 de noviembre.

Ni las oportunas advertencias del Círculo Médico de San Luis, de la Asociación de Profesionales y Técnicos de la Salud y de la Sociedad de Pediatría, filial San Luis, fueron suficientes para que el gobernador y su Comité de Crisis, encabezado por la médica María José Zanglá, revisaran la decisión de levantar la vigilancia sanitaria.

Llegaron al extremo de recordarle que “la pandemia no ha finalizado” y que “ninguna provincia ha permitido la libre circulación sin medidas de bioseguridad”.

La comunidad científica alertó sobre la necesidad de mantener de “manera obligatoria y sostenida” los controles para preservar el estatus sanitario.

Fueron en vano las observaciones porque Rodríguez Saá no retrocedió ni un centímetro.

Los chicos como los demás ciudadanos de San Luis sufrieron las consecuencias de las medidas autoritarias y fueron ignorados por el Gobierno de Rodríguez Saá durante la pandemia y la brutal cuarentena.

Durante casi todo el año impuso la presencialidad optativa y recién el 4 de septiembre, en la previa de las elecciones, habilitó la presencialidad “plena”, que no se implementa todavía en un sinnúmero de establecimientos porque la infraestructura está colapsada y no se designan maestros.

Hizo oídos sordos a las recomendaciones que llegaban por ejemplo desde Unicef.

“A medida que nos adentramos en el segundo año de la pandemia de la COVID-19 y los casos siguen aumentando en todo el mundo, no se deben escatimar esfuerzos para mantener las escuelas abiertas o para darles prioridad en los planes de reapertura”, fue el llamado del organismo en enero a los gobiernos.

“Aunque existen pruebas contundentes acerca de los efectos del cierre de las escuelas sobre los niños y cada vez hay más evidencia de que las escuelas no son la causa de la pandemia, en muchos países se ha optado por mantener las escuelas cerradas y algunas no abren desde hace casi un año”, dijo en la misma declaración la institución.

El Observatorio del Regreso Presencial a las Aulas del ministerio de Educación de la Nación acaba de publicar que desde el 1º de marzo que se iniciaron las clases, en San Luis solo el 2,7% de los chicos se contagiaron de coronavirus. Es decir 2595 chicos.  El relevamiento concluye además que no necesariamente esos casos positivos se originaron dentro de los colegios, sino que la mayoría se habría generado fuera las escuelas.

Estos datos respaldan el clamor de las familias para una mayor presencialidad en las aulas.

El Gobierno de San Luis no dio el brazo a torcer.

Ahora, repentinamente, se preocupó por los jóvenes.

Rodríguez Saá se mostró y posó con chicos que votarán por primera vez en noviembre. Las fotos fueron reproducidas en galerías por los medios y las redes sociales oficiales.

Así como se levantaron con una firma las restricciones para que los jóvenes puedan celebrar, del mismo modo el Gobierno debió trabajar para garantizar el funcionamiento del sistema educativo con los chicos en las aulas y detener el deterioro del proceso de formación.

Por la desidia del Gobierno rodriguezaísta los chicos de San Luis no zafan de la tragedia educativa.

Son bienvenidas y saludables las medidas de flexibilización responsables.

Bienvenido que los chicos puedan festejar.

El gobernador especula y lo único que le interesa es que voten a sus candidatos el 14 de noviembre.

No hay que dejarse engañar.

Que no use a los jóvenes.

A los jóvenes hay que cuidarlos.

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