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PROMESAS DEL KIRCHNERISMO

El conmovedor relato de una madre embarazada de San Jerónimo: “Mi nene de ocho años llora por un pedazo de pan”

Desde esa localidad llegó una familia esta madrugada con la necesidad de acceder a un microcrédito que el Gobierno prometió. “Pasamos semanas sin comer y buscamos cartón y botellas en basural para vender. En nuestro pueblo no hay trabajo”, dijo.

Una familia vino desde San Jerónimo para acceder al minicrédito.
Actualizada: 24/09/2021 13:00
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Una familia que habita en San Jerónimo localidad situada a 29 kilómetros de la capital, decidió anoche emprender viaje con la ilusión de conseguir un microcédito que Alberto Rodríguez Saá anunció el martes por la noche.

La información mal comunicada generó confusión en cientos de personas, entre ayer y hoy, que se acercaron hasta la Caja Social y Financiera. Lo más grave se vivió esta mañana cuando hubo una mayor concurrencia y se alzaron en reclamos.

“Necesito que me ayuden con trabajo porque tengo niños y no tengo cómo alimentarlos, solo cuento con la Asignación Universal por Hijo pero con eso no me alcanza, tengo que pagar la luz y la casa”, contó a El Chorrillero la madre que vino desde San Jerónimo.

Dijo que los movilizó la “la necesidad y la desesperación de darle un plato de comida a sus hijos”. Sobreviven con lo que encuentran en el basural de su pueblo: recolectan botellas y cartones para vender.

“Vinimos hasta acá porque pensamos que nos iban ayudar, no tenemos trabajo y tenemos hambre. Mi nene de 8 años llora por un pedazo de pan”, expuso.

“En San Jerónimo no nos quieren dar trabajo, no tenemos futuro por eso vinimos también para ver si nos daban este beneficio para poder construir nuestra casa”, sostuvo sobrina de la mujer, que también espera un bebé.

“Hay días que comemos y días que no. A veces pasa una semana sin poder alimentarnos”, también conto, y advirtió que son muchos los que están en la misma situación: “Los chicos van al colegio sin desayunar, se descomponen y no les dan la bolsa de mercadería. Hay mucha necesidad”.

Mientras esperaban una respuesta en la puerta de la Caja Social para saber si iban a poder obtener el crédito o no señalaron que desconocían cómo iban a volver a casa.

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