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“Me voy al río”, dijo un empresario argentino que reside en Uruguay y lleva dos días desaparecido

Eugenio Schneider, de 81 años, vive en Paysandú y es dueño del frigorífico Fricasa. De padre nazi, fue alumno de Borges y amigo de presidentes, según la prensa uruguaya. Las prefecturas de Uruguay y Argentina lo buscan.

El empresario argentino alemán Eugenio Schneider tiene múltiples facetas: escritor, alumno de Borges en la UBA, amigo de presidentes y dueño de un profusa cultura e ingenio.
Actualizada: 23/10/2021 23:01
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El empresario argentino Eugenio Schneider, de 81 años, dueño del frigorífico Fricasa, salió el jueves de su casa en la localidad uruguaya de Casablanca, en el departamento de Paysandú, y desde entonces no se tuvieron más noticias de su paradero.

"Me voy al río", djo antes de irse y no regresó. Lo último que se supo de él es que fue visto por la tarde ingresando a la bajada de su casa al río Uruguay, que corre frente al pueblo Casa Blanca, ubicado a unos 17 kilómetros en la margen oriental.

En la explanada quedaron las ropas que llevaba puestas, según revelaron fuentes de las investigación en la causa.

La desaparición fue reportada por sus familiares el mismo jueves alrededor de las 18.

Búsqueda

La Prefectura de Paysandú está abocada a la búsqueda y se encuentra en contacto permanente con la familia de Schneider.

También participan las Prefecturas Naval Argentina de Colón y de Concepción del Uruguay, a las que se estaba por agregar un grupo de embarcaciones del Ejército Argentino que realiza maniobras de entrenamiento en la zona del arroyo Urquiza.

La causa por la desaparición está a cargo de la fiscal letrada de Segundo Turno de Paysandú, Estela Long.

De nacionalidad argentino-alemana, Schneider "es un hombre con múltiples facetas: empresario exitoso, escritor, alumno de Jorge Luis Borges en la UBA, amigo de presidentes, dueño de un profusa cultura e ingenio, nadador incansable e hijo de un padre nazi", según lo describe el diario El País de Montevideo.

Compró el frigorífico Fricasa cuando estaba fundido en el 2000 y lo transformó en un negocio que exporta a decenas de países.

Un empleado contó a El País que "él ya no nadaba. Tuvo Covid-19 y hacía poco que se había recuperado totalmente. Esta incertidumbre nos deja muy mal a todos. Es muy querido por acá", manifestó acongojado. (NA)

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