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San Francisco: denuncian que la Municipalidad se adueñó de terrenos y después los donó a un agrimensor que los vendió

Por la maniobra administrativa que la comuna realiza desde la gestión de Juan Carlos Eduardo, hay al menos dos damnificados que denunciaron y acudieron a la Justicia.

El presidente de la Cámara de Diputados, Juan Carlos Eduardo, y el intendente de San Francisco del Monte de Oro, Jeremías Vivas.

por Catalina Ysaguirre

elchorrillero.com

Actualizada: 03/11/2021 07:26

Las denuncias que se conocieron recientemente pusieron en tela de juicio las inscripciones administrativas directas para la posesión de tierras que viene realizando, desde hace varios años, la Municipalidad de San Francisco del Monte de Oro. En dos casos los trámites se iniciaron cuando Juan Carlos Eduardo, el actual presidente de la Cámara de Diputados, era el intendente.

Uno de los damnificados es Miguel Ángel Lareu, dueño de una propiedad (en pleno centro del pueblo) desde hace más de 20 años. El problema comenzó a principios de 2021 (febrero) cuando en su terreno un particular comenzó a levantar una medianera. Las gestiones que inició le permitieron confirmar que la Municipalidad “mediante un mecanismo exprés gestionó la titularidad de dominio y luego mediante una ordenanza le donó (el total de lo que expropió) al agrimensor Miguel Ángel Gandolfo”, explicó el abogado Rodrigo Martin, en declaraciones a El Chorrillero.

A Gandolfo el municipio le había encargado la formulación del plano para conseguir la posesión de casi una hectárea sobre terrenos que alcanzaron los de Lareu: la misma cantidad de tierras que luego le donó tras la intervención del Concejo Deliberante el 1 de agosto de 2019.

Según consta en la documentación, la Municipalidad había obtenido la titularidad del dominio de ese terreno (mediante ordenanza N°08/18 del HCD) el 20 de diciembre de 2018 cuando el intendente era Juan Carlos Eduardo, y en la presidencia del Concejo Deliberante estaba Jeremías Vivas (el actual intendente).

Como titular de 7.384,42 metros cuadrados (que le pertenecen por título aseguró Lareu), Gandolfo comenzó a lotear tres parcelas y a vender en 2020.

“El Municipio le causó un perjuicio a un vecino, que tiene los planos aprobados por Catastro y que marcan perfectamente la línea histórica de sus tierras”, expuso Martin. Por esta situación se realizó una denuncia en la comisaría local, y ahora intentarán “una acción de medianería por el plano mal hecho que aprobó Catastro”.

Las inscripciones administrativas son procedimientos que llevan adelante los municipios, cuando hay una causa de utilidad pública, o sea, hacer una escuela, un hospital o una plaza. En este caso nada de eso existe: “No hay beneficios para el pueblo”, advirtió el abogado. Más bien “un emprendimiento inmobiliario de la Municipalidad que perjudica a algunos vecinos”, señaló.

Al mismo agrimensor la Municipalidad le donó otras tres hectáreas y medias en un sector de la cola del dique de San Francisco (sobre Ruta Provincial N°9, bajo la misma mecánica y procedimiento, dijo el abogado.

El campo de Gauna. (Foto: Gentileza)

Allí el perjudicado fue Ramón Gauna, un hombre que lleva toda su vida (tiene 73 años) en un campo de 1.016 hectáreas, con un título (inscripción de dominio) de 1951, y con 8 titulares (Gregorio Gil, Demetrio Sosa, Agapito Gil, Raimundo Gauna, Lázaro Gil, Clemente Gil, Ramón Jofré y Pedro Gil). En ese predio a él le pertenecen 300 hectáreas, las cuales fueron heredadas por su padre, Raimundo, y otras adquiridas con posterioridad a otros de los dueños.

Sobre su propiedad, en julio de este año, encontró a Gandolfo realizando tareas de mensura, y eso desencadenó primero en una denuncia por violación de domicilio. Más tarde cuando se asesoró con el abogado fue a la Justicia porque entendió que le “habían usurpado sus tierras”. Por esto hay una denuncia en el juzgado de Marcelo Bustamante Marone, con la cual Gauna intentará que se “anulen” todos los procedimientos administrativos.

De acuerdo a la documentación, la Municipalidad inició el trámite de la posesión de tres hectáreas y media (como en el caso de Lareu, también en 2017). El plano fue aprobado por Catastro (donde en las observaciones dice que no había título de la propiedad) y el 28 de noviembre de 2018, durante la gestión de Vivas, obtuvo la declarativa de dominio.

En mayo de 2019 la Municipalidad inició el loteo (dividió en 5 parcelas), y el 21 de octubre del mismo año le donó 4 parcelas a Gandolfo que se convierte en dueño y concreta dos ventas, a los pocos meses. La primera (una superficie de 1.550 m2) a un vecino de Gauna en julio de 2020 por $200.000, y la segunda (una superficie de 1.560 m2) en mayo de este año. Lo llamativo de esta última transacción es que si bien la venta se concretó, cuatro meses después el dominio fue devuelto a Gandolfo, posiblemente fue un trato que se disolvió cuando Gauna comenzó a reclamar lo suyo. El valor de esa última tierra era de $300.000.

En ambos casos, Lareu y Gauna, se denuncia que la Municipalidad nunca contactó a los dueños para informar sobre cuestiones administrativas que se estaban concretando sobres sus propiedades. Sostienen que se están “sustrayendo tierras” a los dueños originarios y que se está generando una “inseguridad jurídica” a todos los habitantes de San Francisco, donde se está vulnerando el derecho a la propiedad. Se sostiene la sospecha de una “tentativa de usurpación por parte del municipio” o de “actos turbatorios, jurídicos, para despojar a los propietarios”, y además “posibles estafados”.

Por ahora no hay respuestas oficiales de por qué se aprobó la “donación” de tierras que son “patrimonio municipal a un particular”.

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