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La odisea de pedir taxis en San Luis: la alta demanda, la inseguridad y una actividad que no es rentable

Los trastornos para acceder al servicio semipúblico fueron expuestos por cientos de vecinos. Desde el sector advierten que las agencias no pueden satisfacer la cantidad de demanda y a eso se suma que muchos conductores optaron por “trabajar en la calle”. Los costos que deben afrontar y la delincuencia son otros factores. Los usuarios reclaman una solución y piden la llegada de Uber.

1282 usuarios tuvieron inconvenientes con el servicio.

por Antonella Camargo

elchorrillero.com

Actualizada: 15/11/2021 21:56

Desde hace un par de meses los usuarios de taxis comenzaron a advertir la dificultad para acceder al servicio, fundamentalmente cuando buscan solicitarlos por teléfono. Las llamadas no atendidas, líneas ocupadas y hasta los WhatsApp son algunas de las trabas que se encuentran a la hora de conseguir un coche. Durante años la situación fue habitual en los días de lluvia, pero ahora se intensificó por la noche y los fines de semana, aunque también está presente en varios momentos del día.

Como sucede con frecuencia, los vecinos plasmaron estos inconvenientes en las redes sociales. Lo hicieron con enojo, preguntas para saber lo que estaba sucediendo y hasta reclamando una solución. La conclusión casi por unanimidad es que acceder a un vehículo por medio de las agencias se convirtió en una odisea en San Luis.

El Chorrillero realizó una encuesta por medio de Facebook e Instagram de la que participaron 1375 usuarios. De esa cantidad, el 93% (1282) tuvo dificultades para requerir el servicio semipúblico, el 7% (93) se pronunció de forma opuesta. A ellos se sumaron cientos de comentarios con experiencias, motivos de lo que ocurre y hasta posibles salidas, como la llegada de Uber.

Además, desde una agencia y la Asociación de Titulares de Taxis enmarcaron como el origen de esto, la imposibilidad de satisfacer la alta demanda. Esto se genera por el alto movimiento y que muchos trabajadores han optado por desempeñarse directamente en la calle. También incluyeron la inseguridad y que por los costos, la actividad actualmente les genera pérdidas.

Una problemática que atraviesa a toda la población  

“Este fenómeno de falta del servicio de taxis se ha notado claramente. No sé cuál será la causa, pero esto no sucedía tiempo atrás. La alternativa es salir a la calle y rogar que aparezca alguno para llegar a destino. Ser cliente diaria de una empresa y desde hace varios años no te garantiza la atención”, planteó Neli Magallanes.

Otros, como lo hicieron Belén Fernández y Florencia Páez, advirtieron que las falles se dan desde hace tiempo y no se consiguen coches los viernes, sábados y domingos en “ningún horario”. “Es una odisea, llamás a todas las agencias y jamás tienen remises, sin mencionar los dias de lluvia”, afirmó la segunda usuaria.

“En horario picos de la mañana, mediodía y noche, imposible encontrar taxis. El sábado por la noche, después de las 21 directamente no existen y te descuelga los teléfonos así que siempre suena ocupado. Un desastre”, sostuvo Patricio Godoy Ponce.

Los testimonios resumieron la realidad de quienes deben recurrir al servicio en distintos horarios y diversos días, con la necesidad de ser trasladados a trabajar, estudiar, hacer compras o para una emergencia.

Las dificultades en primera persona

Además de expresar el malestar por lo que sucede, muchos usuarios se atrevieron a contar cómo fueron sus experiencias en el corto plazo para hacer uso o solicitar los vehículos. Las llamadas sin atender y las demoras, fueron la variante que se replicó en gran parte.

Kaito Walker relató que el domingo 31 a las 11 de la mañana estuvo “una hora llamando como a seis remiserías” que le contestaron el teléfono, pero no le hablaban y le cortaban. Una hora demoró para acceder a uno.

Maria Fernanda Mallarino estuvo el sábado dese las 19 hasta las 23 contactando a las agencias y “todas daban ocupado. “Si llueve tampoco andan. Cuesta muchísimo conseguir uno a cualquier hora”, añadió.

“Llegue 3:30 con personas mayores de viaje. Un contingente, 12 grados, plena vía pública. El primer y único remís apareció a las 5. Nadie contestaba el teléfono”, detalló Pablo Omar Coria.

Carmen Quiroga calificó la prestación como “un desastre” debido a que “después de las 21 no te atienden nunca y tienen mucha demora en los servicios y los fines de semana ni hablar”.

Carmen Torres utilizó el mismo calificativo y sumó las dificultades que enfrenta para que le envíen un vehículo grande para llevar la silla de ruedas de su madre: “Me dicen que no hay auto”.

“Siempre pasa y todo el tiempo, a todas horas, descuelgan los teléfonos, o te levantan el tubo y te dejan esperando!!! Es una vergüenza”, cuestionó Eve Ottogalli.

Yanina Gutiérrez contó que vive a dos cuadras de dos cabeceras de taxis de distintas compañías y “jamás tienen auto disponible, a ninguna hora”. “Creo que es hora de que llegue Uber a San Luis”, añadió. Merce Medina sumó a lo anterior, que algunas agencias le aceptaron los viajes, pero nunca llegan los coches.

“Desde hace más de 3 meses vengo teniendo problema en tomarme un remís. En la terminal (lugar en el que siempre se necesitan) nunca hay. Es lógico que la gente que desciende de un colectivo necesita tomarse uno”, dijo Euge Silvestri.

Melisa Sala también escribió su experiencia: “El domingo con la empresa Norte puntualmente, me cansé de llamarlos, de enviarles WhatsAap y me fue imposible comunicarme. A las 3 horas me respondieron y me pidieron la dirección”.

Milena Camargo tuvo en cuenta que “a la mañana temprano tipo 7:50 es imposible encontrar un taxi”. “Se me hacen las 8:10 y recién aparece uno, y con suerte que no venga con pasajero o este llamado. Llamas a la agencia y no te atiende nadie”, transmitió.

“El domingo a las 12 llame uno por medio de la app WhatsApp, me contestaron que tenía 20 minutos de demora, lo esperé y nunca llegó”, mencionó Carlos Tejada.

“Soy usuaria de taxis, se ha complicado el tema de los mismos porque la mayoría trabaja por agencia y depende de los barrios tienen más demanda y a la noche son pocos por la gran inseguridad con la que están lidiando todos y creo que la vida no vale $1500 o $2000 que pueda ganar. Sean justos no todos son iguales”, manifestó Mabel Muñoz.

Silvia Molina comentó que es cliente de Servitaxi y Norte, y “desde la semana pasada es imposible conseguir uno y si saben que son distancias cortas, por ejemplo ir hasta Aiello de Riobamba menos van”.

La necesidad y la ausencia del servicio en emergencias

Blanca Edith relató que el viernes debía viajar y perdió el colectivo porque nunca consiguió un taxi. “¿Qué se hace si es por urgencia de salud?”, se preguntó Silvia Gladys Maldonado.

Noemi Vallejos contó que necesitó un coche para ir a un turno médico a las 15, llamó a dos compañías y “ninguna atendió”.

“Tenés que llamar unas 10 veces para que te atiendan y sino unos 45 minutos de demora. Nunca pidan un taxi por emergencia por que hace competencia con la ambulancia a ver quién llega más tarde”, aseveró Sofía Alegre.

Laura Moyano describió que debía tomar un ómnibus a Mendoza el domingo a las siete: “Comencé a llamar a las 6 para poder llegar con tiempo. Ninguna de las 3 empresas tenía remises disponibles. Y lo más grave, solo una me respondió. Las otras dos ni siquiera atendían los teléfonos”.

“Mi mamá reservo uno para la madrugada para llevarla a la terminal, nunca apareció. Casi pierde el colectivo, tuvo que despertar a un vecino y pedirle que por favor la llevara”, añadió Lilsophiia.

Esas situaciones exponen la gravedad de la realidad que vive San Luis con el transporte semipúblico. Los vecinos deben recurrir a otras alternativas ante cualquier urgencia o emergencia. Pero también hay otros casos donde no existen estas opciones y el tiempo es clave.

La alta demanda y el “trabajo en la calle”

La magnitud de la crisis del servicio motivó a la Asociación de Titulares de Taxis a realizar un sondeo entre los conductores y la principal conclusión es que “las agencias no cubren la necesidad de la gente”.

El presidente de la entidad, Jorge Fernández explicó a El Chorrillero que “los taxis que están en agencia no lo están haciendo de esa forma porque el trabajo está en la calle”. Los choferes se “volcaron a la calle porque cada una cuadra un pasajero está tomando un auto”.

Además tuvo en cuenta que están “cubriendo la problemática del urbano e interurbano que no tienen la cantidad de colectivos necesarios en horas pico”.

Fernández añadió que los trabajadores optan por descargar las compañías porque deben pagarles $300 por día, mientras que “en la calle nada y hay trabajo”.

“En estos tiempos hay mucha demanda, hay gente que antes no pedía y ahora ha empezado a hacerlo. No damos abasto con los autos y por ahí hay algunos que prefieren abordar en la calle”, reconocieron desde Servitaxi.

Una usuaria, Susana Estefania Torres, comunicó lo que dijo días atrás un trabajador del sector: “Optamos por levantar a la gente en la calle porque si estamos en un lugar retirando no gastamos gas o nafta para ir a la otra punta por un viaje cuando tenemos más de uno cerca”.

La inseguridad

En el último tiempo, los taxistas se volvieron blanco de la delincuencia en diferentes puntos de la ciudad. Además de despojarlos de sus pertenencias, algunos recibieron heridas de bala o de arma blanca. Esto fue otro de los desencadenantes de la problemática.

Mariano Albornoz enumeró las situaciones que deben sortear a diario: “Que asfalten las calles, inseguridad, compañeros apuñalados, robos por todos lados, nos chocan en estado de ebriedad los fines de semana”.

En consonancia se pronunció Agostina Belén Miranda: “Los apuñalan, les roban, los golpean. Están constantemente expuestos a eso y sobre todo después de las nueve de la noche. Es la inseguridad lo que los limita”.

Sara Quiroga adjudicó los inconvenientes a lo mismo. E hizo alusión a los gastos que deben afrontar ante cualquier incidente, a lo que se suman los cánones de La Municipalidad para controles o desinfección.

Sobre esto, Fernández resaltó que “entre las 5 y las 8 no se puede andar en la calle porque “corren riesgo de un borracho que rompa el auto”. Y aseveró en que “la inseguridad índice” por lo que “muchos colegas dejaron de salir a la noche por los robos”.

Una actividad no rentable

Otro de los puntos, fue las pocas ganancias que genera desempeñarse en el rubro.

“¿Tienen idea lo que sale una cubierta o el tren delantero? ¿Por qué no arreglan las calles? Saquen sus vehículos y vean el gasto que tienen y si los pondrían de Uber. Seguro que no”, criticó Gastón Romero.

Daro Garro indicó que “ya no es negocio el taxi con lo que cuesta mantener el auto”. “Están todos esperando un aumento para sacarlos a la calle de nuevo, porque con el precio los dueños de los autos solo cambian la plata por el mantenimiento del vehículo. Con lo que cuesta mantener el auto no sirve el valor del pasaje”, fundamentó.

Fernández apuntó que “en la relación población para que sea rentable están sobrando 400 taxis”. En este sentido, subrayó que el sector está “trabajando a perdidas todavía”.

Uber como posible solución

“Traigan a Uber, es lo mejor para todos los usuarios que viven en San Luis”, propuso Orlando Javier Arguello. Como él, hubo decenas de ciudadanos que hicieron referencia a la implementación de la empresa estadounidense que prevé vehículos a través de una aplicación móvil.

“Este problema se acaba con la llega de Uber o Cabify. Es hora de que la ciudad de San Luis avance en este aspecto”, opinó Ernesto Contramaestre. Lo mismo dijeron los usuarios Fer Chu, Karina Rivero, Cj Gutierrez, Adriana Ester Saldaña y Gastón Hernández.

Similar posición tuvo Orlando Saa: “Hace dos semanas que llamo y no contestan, si lo hacen dicen más de media hora de espera y los fines de semana es peor. Por eso tiene que llegar a San Luis el Uber. No hace mucho tomé un taxi y charlando de eso me dijo que si llegan a entrar les queman los autos”.

“Uber no tributa en Argentina y toda la plata se va al exterior. Vivimos en el 2001 una experiencia similar con los autos compartidos y nadie trabajaba. Andábamos todos atados con alambre con las cubiertas peladas”, sostuvo al respecto el presidente de la Asociación de Titulares de Taxis.

Sin embargo, estuvo de acuerdo en que la situación los sobrepasó. “No vamos a decir que estamos bien. Hay que ver cuál es el problema. Tenemos que juntarnos todas las partes que correspondan y hacerse cargo”, finalizó.

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