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La historia del rescate milagroso de un villamercedino en un cerro de Mendoza: “Estuve entre la vida y la muerte”

El objetivo de Santiago Filippa junto a su compañero era llegar a la cima de El Rincón, a unos 5345 metros de altura, sin embargo casi al final de la travesía sufrió un edema pulmonar y para rescatarlo intervino un helicóptero.

El momento en que el helicóptero traslada al joven de Villa Mercedes.

por Nestor Miranda

elchorrillero.com

Actualizada: 07/12/2021 15:20

En la mañana del viernes 26 de noviembre, un joven villamercedino inició la travesía hacia el Cerro El Rincón, ubicado en la cordillera frontal de tierra mendocina, uno de los más elegidos por las personas que se dedican a este deporte.

En el inicio todo venía normal y cada vez que llegaban a un campamento, junto a su compañero se “aclimataban”, es decir realizaban un proceso de medición de la presión y oxigenación en sangre. De ese modo sabían si la altura no los había afectado y poder continuar el recorrido.

Santiago Filippa junto a su compañero.

“Cuando uno no vive en esas condiciones, tiene que priorizar esto. Hay gente que no necesita hacerlo porque ya está acostumbrada”, explicó Santiago Filippa en declaraciones a El Chorrillero, para referirse a los controles sobre la salud, en las alturas.

El domingo por la noche llegaron al campamento “El Salto Superior”, y sólo faltaban mil metros para la cima: “No teníamos tos ni ruidos en el pecho. Comimos normal y nos acostamos a dormir porque hacía mucho frío”.

Sin embargo, al otro día su compañero lo despertó entre las 6 y 6:30 pero advirtió que Filippa tenía “espuma” en la boca (producto del edema pulmonar) y saturaba a un 40% cuando lo normal es 95 y 100%: “Estaba entre la vida y la muerte”.

Inmediatamente comenzó a llamar por handy a las patrullas de rescate. Un médico desde el campamento base le indicó cómo debía hacer para mantener al joven con vida hasta que llegara el helicóptero. Durante casi cinco horas le practicó maniobras de reanimación como RCP, respiración boca a boca y la aplicación de un fármaco que se utiliza en este tipo de actividades llamado “dexametasona”: en total le aplicó ocho dosis.

También colaboraron otros alpinistas al escuchar el pedido de auxilio por radio. Es que todos usan la misma frecuencia para comunicarse con los rescatistas ante cualquier emergencia.

“Cuando el helicóptero empieza el descenso, ahí volví a la vida. Recuperé el conocimiento, abrí los ojos y me acuerdo todo cuando llegué al hospital”, señaló.

El momento del rescate.

La nave tardó entre 10 y 15 minutos llegar hasta el Hospital Luis Lagomaggiore en la capital de Mendoza y quedó internado dos días en observación: “Estoy vivo gracias a esas personas, sino no la contaba”.

El villamercedino se había preparado físicamente para esta travesía con entrenamientos basados sobre todo en fuerza y resistencia, y si bien es la primera vez que escalaba El Rincón, ya había tenido otras experiencias en cerros similares.

“Nos sentimos muy bien los días anteriores, por eso no sabemos por qué pasó esto. Puede deberse al frío extremo, la altura y la nieve pero lo raro es que no hubo un aviso previo o que me sintiera mal. Me hice un montón de estudios médicos y los pulmones y el corazón están normales”, indicó.

En el helicóptero, que pertenece a la Policía mendocina, viajaban un efectivo, el piloto y un médico que pertenece a la fuerza.

Filippa se encuentra en estos momentos con su familia en Villa Mercedes, que fue anoticiada inmediatamente por los rescatistas cuando ocurrió el hecho.

A pesar de lo que le tocó vivir, dijo que en los próximos meses intentará regresar nuevamente a la actividad.

“Debo volver de cero, quedé muy afectado con el medicamento, tengo líquidos en las piernas, porque si bien eso me salvó la vida, deja muchas secuelas en el cuerpo. De acá a siete meses podría volver a intentar. La montaña es mi vida, tengo que estar ahí de nuevo”, cerró.

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