Asalto en la Autopista Los Puquios: estacionó su auto para ir a correr pero la apuntaron con un arma y le robaron todo
Fue este martes alrededor de las 18, en las inmediaciones a una plaza saludable donde la concurrencia de personas para hacer deportes es habitual. El delincuente escapó con una mochila y un celular.
Selva Lucero elige habitualmente la plaza saludable que está a un costado, en el comienzo de la Autopista de Los Puquios (en Juana Koslay) para ir a entrenar. Nunca imaginó que en esa zona donde el tránsito de vehículos es constante iba a ser víctima de un delincuente.
Cerca de las 18, Lucero estacionó su auto y comenzó a prepararse para iniciar su entrenamiento, como otras veces. Fue en ese momento que la sorprendió un sujeto, de unos 25 años, que llevaba puesta una camiseta de River: “Me abrió la puerta y comenzó a decirme ‘dame el celular y la mochila, no me la hagás difícil’”.
La mujer, desconcertada, primero se negó a que le quitaran sus pertenencias, pero el delincuente no dudó en sacar un arma de fuego y endurecer la amenaza.
“Le entregué todo y quedé por un segundo inmóvil, cuando él se fue comencé a seguirlo y a gritos pedí auxilio a las personas que iban pasando”, contó Lucero en diálogo con El Chorrillero.
Un auto, donde viajaba una pareja, se detuvo y la ayudó: “Lo correteamos lo más que pudimos, pero nos volvió a apuntar con la pistola, y ante el miedo decidimos quedamos en el lugar”.
Cuando perdieron de vista al malviviente, de inmediato dieron aviso a la Policía que tardó media hora en llegar.
“Entre tanto, le avisé a mi familia y ellos le contaron a un amigo policía que me dio una mano trayendo a un perro de rastre. Junto a la información de la ubicación del GPS de mi celular, encontramos la casa del ladrón”, relató.
Pero a pesar de saber dónde estaban los elementos que le había sustraído, no hubo una orden judicial para que los efectivos pudieran actuar.
La víctima se mostró molesta además porque cuando fue a realizar la denuncia en la Comisaría 5° tuvo que esperar “aproximadamente dos horas porque tenían una sola computadora para tomar denuncias”.
“Se ha vuelto tierra de nadie, nunca se ven policías en esa zona y eso que la Comisaría no está muy lejos. Todos saben quiénes son los que roban, pero deciden no hacer nada”, concluyó.