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CORONAVIRUS

“No damos más, está todo desbordado”: los hisopadores que hacen lo que pueden y la gente que pide más personal

El panorama que se vio a lo largo de la jornada fue caótico. En el Centro Cultural La Vía la cantidad de personas desbordaron la atención y hubo momentos de tensión.

El personal de Salud desbordado, hace lo que puede.
Actualizada: 06/01/2022 22:15
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Es la primera vez, desde que la pandemia llegó a San Luis, que los casos marcaron cifras récord. Ayer se notificaron 1.359 contagios y hoy 1.858. Ese crecimiento tiene que ver con la circulación de la variante Ómicron, presente en el 85% en los casos positivos analizados en San Luis.

Con este escenario, los centros de testeos se vieron agolpados de personas. Uno de los más concurridos es el Centro Cultural La Vía, en la ciudad de San Luis. Este jueves, allí se vivió una de las jornadas más caóticas, para que quede en el olvido, para que no vuelva a repetirse.

Desde las primeras horas (como en el día anterior) la llegada de gente fue masiva. A las 14 había alrededor del edificio unas 500 personas esperando su turno para hisoparse. A esa hora el termómetro llegaba a los 34ºC, como otros tantos días.

El calor extremo no fue lo único que jugó en contra. Esta vez se evidenció falta de personal y por eso la atención era lenta. Las pocas sombras en el lugar provocaron inevitablemente el amontonamiento. Y así, muchos al rayo del sol pasaron la mitad del día: algunos habían llegado a las 9 y 10 de la mañana para obtener la ficha.

Los portones se cerraron mucho antes de lo previsto. Todos los que hacían fila afuera pasaron al patio y siguieron aguardando. Ya eran más de las 16:30. Una hora después explotó el conflicto. Las únicas dos hisopadoras salieron para avisar que iban a testear solo a 30 más y que el resto pasaría para para el día siguiente.

La protesta de los que llevaban 6 horas (con síntomas, con calor y sin poder hidratarse) no tardó en llegar y algunas personas levantaron la voz.

Las profesionales de la salud salieron a poner la cara y a explicar que no daban más, que estaban solas para hisopar a las 200 personas que todavía faltaban. La mayoría entendía la situación, porque la responsabilidad no era de ellas. La negligencia, otra vez fue del Gobierno que no tuvo en uno de los días más críticos las personas necesarias para atender la demanda.

“Dos hispoadores se encargan de todos ustedes, no damos más, es pandemia, está todo colapsado”, dijo una de ellas.

Una mujer que aseguró que tenía fiebre (entre otros síntomas) y que “sufrió” todo el sol de la siesta pidió respuestas a las autoridades.

“Llamen al gobernador (Alberto Rodríguez Saá) que mande más personal. Ustedes no tienen la culpa”, reclamó.

Con el revuelo, pocos minutos después llegaron cinco hisopadores y se pudo abarcar a todos los que aguardaban.

En ese lugar no fue el único donde se pidió “que coloquen más personal”. El Gobierno habilitó un sector del Hospital “Ramón Carrillo” para los testeos móviles; lo malo fue el tiempo de espera: a lo largo de la mañana la fila de auto y de motos fue impresionante.

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