X

EL VOLCÁN

Convivir con la escasez de un agua “nauseabunda”: el eterno reclamo de los vecinos al intendente Callegaro

No solo falta el agua, también es de mala calidad, y eso no es ninguna novedad. Desde la comunidad señalan que el municipio no da respuestas.

El servicio del agua en El Volcán data de años.

por Julian Pampillón

elchorrillero.com

Actualizada: 07/01/2022 10:19

El problema tiene años, y aunque varios estudios realizados al agua confirmaron que está contaminada, las autoridades provinciales y municipales siguen haciendo la vista gorda para garantizar el servicio que los habitantes se merecen.

La llegada de las altas temperaturas y el masivo consumo de agua que se da en esta época empeoró el escenario en El Volcán: la falta del servicio y, lo peor, la calidad que roza lo nauseabundo.

Es que por estos días diferentes sectores del pueblo serrano, uno de los más cercanos a la capital, ven interrumpidos de forma permanente el acceso al vital elemento. La banda norte es uno de los principales perjudicados.

Más allá de ello, el punto central que todavía no tiene respuestas, ni del Gobierno provincial ni tampoco de la gestión de Ricardo Callegaro, es cuándo se van a tomar acciones para contrarrestar la contaminación del agua que llega a las viviendas.

Los vecinos dan cuenta de los detalles más alarmantes. El olor llega a ser fétido y el color va de marón, negro y colorado. Y las imágenes tomadas al momento de abrir la canilla también hablan por sí solas.

Los reclamos se intensificaron durante los últimos años, pero nada cambia.

Todo esto derivó en una reunión del vecindario con el objetivo de elevar una nueva nota al intendente para ratificar las principales preocupaciones.

A través de una nota firmada por más de 20 personas, la semana pasada le solicitaron una audiencia para que les brinde información y una pronta respuesta a un panorama que, según ellos, es “gravísimo”. Finalmente habrá un encuentro recién el jueves 20.

Profesionales que ahondaron en el tema comprobaron (en varias oportunidades) que el principal inconveniente está ubicado en el dique de donde se extrae el agua que deben usar los vecinos de la ciudad. Análisis realizados durante el último tiempo indicaron que es un foco “infeccioso”.

A fines del 2019 el Laboratorio de Microbiología de la Universidad Nacional de San Luis concluyó que "todas las muestras analizadas” superaban “los límites de coliformes fecales recomendados para agua de río". Traducido, encontraron materia fecal.

Lo cierto es que en el último tiempo Callegaro y San Luis Agua se desligan responsabilidades. El primero alega que el asunto debe ser solucionado por el organismo provincial y el segundo, al revés.

Desde la oposición comunal pidieron múltiples informes para conocer con precisiones que incluyen la potabilización, el mantenimiento de las cañerías, el saneamiento del río y los análisis concretados. Nunca hubo respuestas.

Hace dos años, los reclamos fueron expuestos personalmente ante el gobernador Alberto Rodríguez Saá, cuando algunas familias lo abordaron en un acto oficial. Ahí le pidieron personalmente que intervenga.

La concejal de Unidos por San Luis, Daniela Páez brindó un panorama. Dijo que el actual escenario “es insostenible” y agregó que los trabajos en la planta potabilizadora deben ser intensificados.

“No hay capacitaciones para los trabajadores. Pregunté por el sistema de potabilización y me dijeron que solo utilizan sulfato de aluminio. Sabemos que es un químico que, si no se controla y si no se utiliza con precisión, puede ser muy perjudicial para la salud. Hay otros sistemas que son más efectivos y más sanos”, recalcó en declaraciones a El Chorrillero.

Los intentos para buscar soluciones llegaron también a la Cámara de Diputados ya que, a través de proyectos de declaración, le pidieron a la administración de Rodríguez Saá que lleve adelante obras para mejorar la distribución del vital elemento.

Una de las propuestas fue que se afecten fondos de la deuda que San Luis cobró a Nación y que coparticipó al municipio. La idea era que no se abastezca más del reservorio actual, sino del acueducto de Río Grande, del dique La Florida o del Berta Vidal de Battini.

Por otra parte, Páez hizo hincapié en que las repercusiones en la comunidad son graves: “Pueden surgir infecciones urinarias, otitis, conjuntivitis o gastroenteritis, todas producidas por el agua. También se le suman parásitos en animales”.

En la actualidad, El Volcán cuenta con alrededor de 3.500 habitantes y año tras año decenas de familias se instalan a vivir allí, lo que genera una sobrecarga en la red.

Otro serio contratiempo es que en “ninguna dependencia municipal” se encuentran los planos de la red lo que impide conocer con precisión dónde proceder ante cada obstáculo.

“Necesitamos que el intendente tome consciencia de la gravedad ¿Cuál es la posible solución? Poner en funcionamiento la planta como debe ser”, completó la edil.

PUBLICIDAD

EN PORTADA EL CHORRILLERO

SUBIR