Una postal que refleja la falta de agua en los barrios de San Luis

La ola de calor hace más insoportable la vida de los vecinos del Barrio República, donde las familias no tienen garantizado los servicios básicos. Y no es que por culpa de las altas temperaturas que el agua se cortó: la falta del servicio es un problema de siempre. Tanto que la semana pasada el vecindario cortó una calle para que les lleven camiones y los asistan con el suministro.

Este jueves la Municipalidad desplegó un puesto para repartir bidones de agua envasada. Pero tres días antes el intendente Sergio Tamayo no quiso reconocer que en San Luis el agua es un problema, sobre todo en esa zona, una de las más postergadas que tiene la ciudad. El lunes dijo que había "exceso de consumo" y pidió cuidar el suministro. Mandó a la calle a los trabajadores para que controlen los medidores en el centro y en algunos barrios. También criticó a los que sí tienen el agua y la usan "para llenar piletas y regar el patio".

En una semana de reclamos, el panorama no cambió. Los vecinos sobreviven como pueden las temperaturas que hasta el fin de semana serán extremas.

En el Barrancas Coloradas también llevan 7 días con el agua cortada. Esta semana hicieron un fuerte reclamo por los medios de comunicación y también los abastecieron.

"Es un operativo parche, que está bien que así sea, es un paliativo pero no soluciona el problema. Hasta hace 15 días abríamos la canilla y teníamos agua. Esto la gente ya no lo tolera, porque el agua es un bien vital", dijo una de las vecinas que dialogó con El Chorrillero.

"De los caños tienen que salir agua para todo el barrio, inclusive para los que están más arriba y no tienen nada de nada. Hoy hace una semana", pidió.

"No dudo que como dicen los funcionarios hay derroche, pero acá también hay falta de inversión. Es el mismo caño de hace 20 años", criticó además.