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Hay malestar en el personal del Policlínico Regional de San Luis porque el Gobierno no los contrató

Son del Plan de Inclusión y cumplen funciones como secretarias, camilleros, mucamas y trabajadores de seguridad. Algunos llevan hasta cuatro años en el nosocomio que desde este miércoles solo comenzó a atender pacientes pediátricos. 

Hospital San Luis.
Actualizada: 19/01/2022 23:57
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Este miércoles se conoció el malestar que hay entre los trabajadores que se desempeñan en el Policlínico Regional de la capital puntana, porque no fueron contratados por el Gobierno provincial y quedaron afuera del traslado de personal al Hospital “Ramón Carrillo”.

Se trata de secretarias, camilleros, mucamas y seguridad que pertenecen al Plan de Inclusión. Algunos llevan entre dos y cuatro años desempeñándose en el nosocomio. Quines dieron a conocer el problema indicaron que esperan “la oportunidad” de acceder a un contrato y “mejorar la situación económica”. Sin embargo, eso no sucedió, y continúan en el Policlínico donde este miércoles solo empezó a recibir pacientes pediátricos.

“Estuvimos en plena pandemia, cubriendo guardias de adultos y pediatría. Teníamos la posibilidad de quedarnos en nuestras casas, pero arriesgamos nuestras vidas y de la familia para progresar. Lo más justo hubiera sido ser contratados, es injusto, estamos muy tristes”, sostuvo una fuente en diálogo con El Chorrillero.

Todos cumplen con 80 horas mensuales, es decir, 10 guardias en total con turnos rotativos.

“Dónde está la inclusión que tanto pregonan, la justicia social. Hemos estado expuestos al virus para nada”, señaló.

El Gobierno oficializó que ahora el Policlínico atenderá a pacientes pediátricos menores a 15 años con internación, terapia, consultorios ambulatorios como cardiología infantil.

Todos los demás servicios fueron trasladados al Hospital Central Ramón Carrillo junto con los profesionales y parte del personal.

Las autoridades del Hospital San Luis, según el relato de los trabajadores, se limitaron a comunicar  que continuarán trabajando en la institución “hasta nuevo aviso”.

“Nos sentimos usados, angustiados, arriesgamos nuestras vidas para nada porque no se nos reconoció nuestra labor”, finalizó la fuente.

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EN PORTADA EL CHORRILLERO

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