Denuncian que en la Maternidad continúan haciendo legrados “pese a ser una técnica desaconsejada”

Un año después de la aprobación de la Ley 27.610 de Interrupción Voluntaria y Legal del Embarazo, comenzaron a advertirse algunas irregularidades en la provincia, según esta agrupación feminista que recibió reclamos puntuales y quiso visibilizarlo.

Señalaron que la técnica del legrado se “continúa practicando” en la Maternidad provincial Teresita Baigorria, a pesar de que “la Organización Mundial de la Salud y distintas instituciones que trabajan en los derechos sexuales reproductivos y no reproductivo, la desaconsejan”.

Noelia Aguilar Moriena, integrante de Socorro Rosa sostuvo en declaraciones a El Chorrillero que hay muchas formas de practicar una interrupción de embarazo: “En el primer trimestre o hasta la semana 14, que es lo que indica la Ley, los métodos son Misoprostol y aspiración manual endouterina, las cuales se practican hasta la semana 12. Es decir, que el primer trimestre no es necesario realizar un legrado. En la Maternidad lo están utilizando cuando hay otras formas más seguras y menos riesgosas”.

“Puede generar complicaciones, tales como las asociadas al procedimiento anestésico, laceraciones cervicales, perforación uterina y el desarrollo de síndromes, por lo que no es recomendables”, dijo para graficar las consecuencias de esta práctica.

“En la Maternidad se sigue utilizando, incluso teniendo la tecnología e instrumental para la aspiración manual (AMEU)”, añadió.

Contó que hace pocos días recibieron la denuncia de una chica que en primera instancia se acercó a pedir un IVE a una salita de barrio, pero la mandaron a la Maternidad: “Al hacer la solicitud manifestó que bajo ningún concepto pretendía hacerse un legrado, porque como estaba de pocas semanas le tendrían que haber indicado el Misoprostol. Sin embargo, el médico le dijo que ellos trabajaban de esa manera y la chica terminó siendo legrada”.

La referente consideró que por estas acciones “hay mucho temor a la hora de solicitar un IVE”. A su vez opinó que en San Luis “sí hay personal capacitado, pero hay cierta resistencia de dejar esa práctica de lado”.

“Hay mujeres que solicitan un aborto con pastillas que se puede usar desde la semana ocho de gestación en adelante, porque antes no funciona; entonces si quieren realizarse antes una interrupción tiene que esperar hasta la semana ocho para hacer un aborto con pastillas y sino proceder con la autorización de la paciente al legrado”, añadió.

“Incluso cuando las mujeres dicen no, esperamos hasta dicha semana, pero si quiero un aborto con pastillas u otra técnica, en muchos de los casos la única opción es esa, o les dicen que ‘es más rápido’ o ‘nosotros lo hacemos así’, y cuando las personas preguntan cuál es el protocolo para la IVE, porque todas las provincias tienen que tener un protocolo, no lo quieren mostrar”, reveló.

Agregó que en la Maternidad “hay una negación al diálogo por parte de un sector”.

“Sabemos que tienen profesionales con toda la voluntad, pero hay que remar con algo que está bastante instalado, que son prácticas muy machistas, muy verticales, autoritarias y sobre todo muy violentas”, expuso.

De igual manera, narró otra de las situaciones denunciadas por una joven: “Fue a solicitar las pastillas y la internaron. Ante la desesperación nos consulta y le pedimos que se comunique con el 0800 de Nación, los cuales accionaron rápido y le llamaron la atención al personal. Pero como consecuencia la paciente recibió quejas, maltratos y violencia por parte de las personas que la estaba interviniendo”. Al último pidió que esta técnica “sea el último recurso, y no el primero”.