X

NASCHEL

Cómo fue la agresión de un policía a un joven que fue denunciar la distribución de drogas a menores; 38 perdigones en la espalda

La víctima todavía no ratifica en la Justicia, la denuncia que hizo en la comisaría del pueblo contra un efectivo que según acusó, le disparó y lo hirió con perdigones en la espalda.

Actualizada: 27/01/2022 10:34
PUBLICIDAD

Las agresiones con las balas de goma ocurrieron en la madrugada de este lunes, y no hay una información oficial de cómo sucedieron los hechos. Solo se comunicó pocas horas después que un efectivo había sido pasado a disponibilidad.

Agustín Gómez terminó en el hospital donde le extrajeron casi 40 perdigones. Y su caso rápidamente se conoció por las redes sociales. Este miércoles estuvo en los juzgados de Concarán donde tomaron fotografías a las heridas y a los golpes que tiene en el cuerpo. Todavía no declaró ante el juez Jorge Pinto y por eso sus abogados le pidieron que no hable con la prensa. Al mismo tiempo se supo que lo único que le interesa es que le den seguridad a su familia.

Cuando se cumplan los pasos judiciales está dispuesto a contar “todo lo que está pasando en el pueblo”. El hecho generó cierta preocupación porque se habla de una celebración privada donde había menores de edad, a las que les suministraban alcohol y pastillas, y drogas. Eran entre 40 y 50 personas en una vivienda particular.

La acusación la hizo Gómez en la madrugada del lunes, y fue lo que desencadenó en un nuevo caso de violencia policial en la provincia de San Luis. Es de gravedad institucional porque las agresiones se dieron en el interior de una dependencia pública.

El joven había participado de esa reunión y por eso fue a denunciar todo lo que vio: intentó que la Policía interviniera pero todo terminó en pelea y una brutal agresión policial. Al parecer los responsables en dar seguridad al pueblo no andaban por las calles, por eso el denunciante fue a golpear la puerta.

Hubo un cruce de palabras con uno de los policías y después golpes. Primero intentaron reducirlo en la puerta y el forcejeo se trasladó hasta una de las oficinas, donde el joven recibió golpes con la tonfa. Si bien no se conocen los detalles oficiales, Gómez logró zafar y salió corriendo. Es luego de eso que por la espalda recibió los perdigones de un disparo. Hay versiones cruzadas sobre cómo se rompió el vidrio de una ventana.

Cuando Gómez fue contactado por El Chorrillero dijo que tenía 38 perdigones en la espalda, que dos heridas estaban complicadas y que sangraba constantemente.

PUBLICIDAD

EN PORTADA EL CHORRILLERO

SUBIR