Se diagnostican más de 130 mil nuevos casos de cáncer por año en Argentina
Los más detectados son el cáncer de mama, el colorrectal y el de pulmón. Desde 2019, cayeron las consultas de pacientes oncológicos por motivos asociados a la pandemia.
De acuerdo con las estimaciones provenientes del Observatorio Global del Cáncer (Globocan) de la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), en la Argentina se diagnosticaron 130.878 casos nuevos de cáncer en ambos sexos en el año 2020.
Considerando todos los sitios tumorales -a excepción del cáncer de piel no melanoma (126.818 casos), la tasa de incidencia ajustada por edad fue de 212,4 casos por 100.000 habitantes, cifra que posiciona a Argentina dentro de los países del mundo con incidencia de cáncer media-alta (rango 181,1 a 248,3 por 100.000 habitantes)
En el Día Mundial contra el Cáncer, que se conmemora hoy, desde la Asociación Argentina de Oncología Clínica (AAOC) y el laboratorio Pfizer pusierron énfasis en dar prioridad a la prevención y a la educación de la población, sobre todo para aquellos tipos de tumores altamente prevenibles.
En la Argentina, si se toma en cuenta la distribución de los casos según los principales sitios tumorales, se observa que el cáncer de mama, con 22.024 casos, fue el de mayor magnitud en el año 2020, representando el primero en las mujeres, con el 16,8% de todos los casos nuevos. En segundo lugar, se ubica el cáncer colorrectal, con 15.895 casos nuevos representando el 12,1% del total y, en tercer lugar, el cáncer de pulmón, con 12.110 casos nuevos, que concentran el 9,3% del total de tumores. Respecto de la mortalidad, las últimas cifras oficiales muestran que en 2019 en ambos sexos se produjeron 5.992 decesos por cáncer de mama, 7.539 por cáncer de colon y 9.300 fallecimientos por cáncer de pulmón, tráquea y bronquios.
“La incidencia del cáncer de mama en nuestro país sigue las estadísticas mundiales, siendo el mismo el de mayor incidencia a nivel global. Sin duda, la mejor estrategia es seguir concientizando sobre esto, que se sepa, por ejemplo, que 1 de cada 8 mujeres va a desarrollar cáncer de mama[4] y que existen distintas posibilidades reales y comprobadas científicamente para poder evitarlo o detectarlo en fase temprana, donde la curación es altamente probable”, señaló Nicolás Castagneris, médico oncólogo, miembro de la AAOC.
Se estima que el 70% de las muertes ocurren en países de ingresos bajos a medios. Uno de los conceptos que está vinculado a la prevención es el de los factores de riesgo, que para el cáncer son bien conocidos: ingesta desmedida de alcohol, sobrepeso y obesidad, baja actividad física, tabaquismo, exposición a radiación ionizante, exposición a ciertas sustancias (tales como el asbesto) y ciertas infecciones como el HPV (prevenible mediante la vacunación) y otras causadas por los virus de las hepatitis B y C. Por supuesto que también están aquellos no modificables como la edad y la genética.
“Sabemos cuáles son los factores de riesgo y la Organización Mundial de la Salud estima que alrededor de un 50% de los cánceres a nivel global podría reducirse si la población no se expusiera a estos, porque además muchos son modificables. El cáncer de mama, por ejemplo, es el más frecuente en Argentina, pero existen hábitos saludables que disminuyen su posibilidad de aparición y contamos con muy buenas técnicas como la mamografía y la ecografía mamaria para detectarlo en estadios iniciales, cuando el pronóstico es muy favorable. El cáncer de pulmón es otro de los que ocupa las primeras posiciones en materia de mortalidad y ahí es donde falta difundir la necesidad de la tomografía anual en determinados casos de personas fumadoras, personas con EPOC o con otros factores de riesgo propensos a desarrollar este tipo de tumor. Tampoco existe una adherencia elevada a la videocolonoscopía para poder detectar a tiempo pólipos con potencial riesgo cancerígeno; son muy importantes la educación y la difusión”, detalló Castagneris, quien se desempeña como coordinador de la Unidad de Tumores Torácicos y Tumores de Cabeza y Cuello de la Clínica Universitaria Reina Fabiola en Córdoba.
Más allá de los avances científicos en el tratamiento contra el cáncer, la posibilidad de controlar la enfermedad y promover la calidad de vida de quienes la desarrollan se ve influenciada por la brecha de equidad, es decir, las diferencia en el acceso de las personas al cuidado de la salud en materia de cáncer. Esta puede existir por el nivel de ingresos económicos, la educación, la ubicación geográfica, la orientación sexual, la etnia, la raza o el género, entre otros.
Bajo el lema “Por unos cuidados más justos”, con el objetivo de contribuir a cerrar la brecha existente en la atención del cáncer en distintas partes del mundo, desde la Unión Internacional Contra el Cáncer (UICC) lanzaron una campaña enmarcada en el Día Mundial del Cáncer, invitando a sumarse con el hashtag #PorUnosCuidadosMásJustos.
La iniciativa promueve el desafío de que ‘para crear un futuro sin cáncer, el momento de actuar es ahora’ y cuenta con el apoyo de numerosas entidades que se sumaron a la convocatoria.
“Desde Argentina nos sumamos también a esta campaña para contribuir a superar aquellas barreras que hoy pueden ser un obstáculo para el acceso a una atención igualitaria del paciente con cáncer. En la AAOC, uno de nuestros objetivos como sociedad científica es trabajar para que en el futuro no existan diferencias por la zona geográfica donde viva el paciente ni relacionadas a si su cobertura médica es pública o privada”, describió Castagneris.
Entre las recomendaciones a tener en cuenta para cerrar la brecha en la atención oncológica y aprovechando este Día Mundial del Cáncer, la comunidad médico-científica hace especial hincapié en la necesidad de contar con datos concretos que nos permitan entender en donde estamos posicionados y hacia dónde vamos en el abordaje de este tipo de patologías, educar al público sobre la prevención del cáncer, equipar a los profesionales de la salud con habilidades y conocimientos, fortalecer la atención primaria de la salud que se presta en las comunidades y abordar, a través de políticas y programas, algunos de los factores sociales y económicos que pueden afectar la salud de las personas, entre otros..
“En los próximos años, además, vamos a observar muy probablemente un aumento en las tasas de recurrencia de la enfermedad como consecuencia de la pandemia y el confinamiento. En una encuesta global llevada adelante en nuestro país entre instituciones privadas, se observó que dos tercios de las instituciones tuvieron una declinación al menos parcial en la atención de pacientes oncológicos por distintos motivos asociados a la pandemia: principalmente, por precaución al ser personas de alto riesgo, que reciben quimioterapia o que están inmunosuprimidas, por sobrecarga del sistema sanitario, por falta de elementos de protección personal, recursos, incluso por disminución del personal sanitario debido a la infección por Covid-19. El desafío va a ser trabajar en conjunto, en forma multidisciplinaria para reducir al mínimo las consecuencias”, advirtió Castagneris.
“La buena noticia es que la ciencia continúa desarrollándose y en la última década y media se produjeron importantes avances. Un ejemplo es el advenimiento de la inmunoterapia, que logró reemplazar a la quimioterapia en algunas indicaciones. Son fármacos que logran activar el propio sistema inmune del paciente para combatir la célula tumoral, guardando no sólo un mejor perfil de seguridad y tolerabilidad, sino que también les han dado a muchos pacientes un control a largo plazo de la enfermedad”, agregó el especialista.
Otro de los avances significativos está relacionado con la utilización de las terapias blanco, que actúan en sitios específicos que están afectados en distintos tumores. “Estos blancos, en algunos tumores, pueden ser atacados con inhibidores que tienen una alta eficacia, en general con mejor tolerancia que los tratamientos convencionales y que fueron responsables, entre otros, de que en los Estados Unidos se produjera una reducción en la mortalidad por cáncer de pulmón. Hoy va ganando terreno la medicina personalizada, donde lo que se busca es tratar a cada paciente tomando en cuenta la alteración genómica específica de cada tumor, de modo de poder elegir con más precisión el tratamiento”, concluyó Castagneris.