Historias de San Luis: Andrés Gómez “el sanfrancisqueño”
El titulo adelanta el personaje del cual vamos a escribir.
Juan Andrés Gómez, nacido en San Francisco del Monte de Oro un 6 de mayo, hijo de Ante Gómez y Teodula Godoy.
En adelante omitiremos el nombre Juan, porque para la mayoría es Andrés Gómez “El Sanfrancisqueño”.
Totalmente orgulloso de su total identificación con la tierra dónde nació.
Inclusive algunos presentadores omitían su nombre y decían simplemente “El Sanfrancisqueño”. Y estaba todo dicho.
Este año recibió un reconocimiento en el Festival del Artesano de su querido pueblo, festival en el que había actuado en su primera edición.
Su cercanía con la música viene desde niño.
A muy corta edad escuchó las voces y guitarras de hombres que bajaban de las sierras a comprar al negocio de su padre, que además de almacén de ramos generales tenía despacho de bebidas. O sea, un bar.
Andrés no tuvo dudas que amaba profundamente la música, y a los 8 años comenzó a cantar en ese negocio de su padre delante de los parroquianos, que lo premiaban con billetes que él destinaba para comprar sus útiles escolares.
Por supuesto que el gran objetivo era estudiar y recibirse.
Cuando terminó cuarto año en la Escuela Normal Superior Sarmiento, viajó unas vacaciones a la casa de sus tíos en Buenos Aires.
En el club Comunicaciones lo invitan a cantar junto a unos jóvenes que comenzaban a ser furor en esa época: la gente del club del Clan. Palito Ortega, Raúl Lavié, Lalo Fransen, Violeta Rivas y varios más. Fue en ese momento que Antonio Carrizo (locutor-conductor) le ofreció la posibilidad de contratarlo para la televisión en pleno auge de Sábados Continuados.
Pero Andrés se había comprometido con sus padres a terminar primero sus estudios y la palabra vale. Y no aceptó. Y tampoco pudo volver a reencontrarse con ese grupo con el que había trabado muy buena relación.
Se recibió de Docente, transitando como tal un destacado camino en varios establecimientos educativos de nuestra provincia.
Volviendo a la música, a los 14 años formó parte del histórico conjunto Los Leñeros, que ofrecían un espectáculo distinto a lo que estaba acostumbrada la gente en esa época.
Además del conjunto, en el escenario había un presentador y un conjunto de danzas, que mostraban un show de dos horas integrando la palabra, la poesía, la música y la danza.
En el año 1975 se casa con su gran compañera de vida, Marina Vega, y de ese amor nace el único hijo que tuvieron.
Les contaba que Andrés había estado en el Primer Festival del Artesano.
En esa oportunidad escuchó con admiración a tres jóvenes a quienes les propuso cantar juntos.
Con Kevin, Marcos y Hugo formaron Los Sanfrancisqueños, que grabaron profesionalmente el tema musical Pueblos Bellos, autoría de Andrés Gómez y Kevin Coria.
Cuando el conjunto se desarma, Andrés continúa su carrera como solista acompañado de destacados músicos como Juan José Fernández, Alejandro Grassano, Esteban Ortiz y su bandoneón, y muchos más.
Los escenarios lo llevaron a trabar relación de amistad con Cuti y Roberto Carabajal, quienes se convirtieron en sus padrinos artísticos.
Miles de kilómetros recorridos juntos.
A fines del año pasado, Andrés tuvo la gentileza de pasar por los estudios de Radio Dimensión para encontrarnos. Momento inolvidable.
Musicalmente se nutrió de música cuyana, pero tiene una gran afinidad con los ritmos norteños y la canción melódica.
Voy a relatar algo personal.
En muchos escenarios además de programas de televisión y radio tuve la oportunidad de presentarlo.
Mi madre, cuando se enteraba que íbamos a estar juntos, siempre le mandaba saludos. Y que le pidiera el tema “Y nos dieron las diez” de Joaquín Sabina, que Andrés tiene incluido en una de sus grabaciones, y formaba parte del repertorio que el público exigía escuchar en todas sus actuaciones.
Andrés Gómez “El Sanfrancisqueño”. Un apasionado del canto popular que hasta llegó a solventar con su dinero distintos espectáculos e inclusive un programa de televisión para difundir a nuestros músicos y poetas.
Seguramente cuando esté leyendo esto, estará mateando en su casa y sus cabañas en San Francisco del Monte Oro. Su lugar en el mundo.
Un mensaje estimado Andrés: que “la Cotta”, como le decimos a tu señora, no se olvide de las empanadas. Me dicen, aclaro, me dicen, que son muy ricas.