El campo de San Luis adhirió al “tractorazo” del 23 de abril en Buenos Aires

El cierre a las exportaciones de la harina y al aceite de soja y el “inminente aumento” de las retenciones a estos derivados fueron los desencadenantes que movilizaron al campo de San Luis a convocarse en asamblea. Participaron las sociedades rurales de toda la provincia y otros sectores, entre ellos, el comercio.

El punto de encuentro fue el cruce de las rutas nacionales Nº 7 y N° 8, donde a pesar de las condiciones climáticas se congregaron dirigentes que representan al sector en San Luis y de varias localidades de Córdoba.

El presidente de la Sociedad Rural Río Quinto, Sergio Herrera fue el primer orador, y se encargó de leer un comunicado que reflejó la posición en relación a las medidas adoptadas por el Gobierno de Alberto Fernández.

Explicó que el encuentro se originó con el fin de “hacer visible el malestar y el rechazo de las políticas económicas nacionales, que logran el efecto contrario a las soluciones, generando desánimos, quebrantos y aprovechando una coyuntura internacional”.

“La historia se repite”, sostuvo el productor y vinculó la realidad del campo con la protesta que en el 2008 se extendió por más de 120 días. El conflicto de  “la 125” por el número de la resolución mediante la cual el Gobierno de Cristina Fernández anunció un sistema de retenciones móviles para el agro con foco en la soja.

“El aumento de las retenciones, suspensión de las exportaciones, tremenda carga impositiva. Todo lo contrario, a lo que debería hacer el Gobierno, que es incrementar la producción”, sostuvo Herrera.

El presidente de la entidad cuestionó la falta de acciones del Estado en “bajar el gasto público” y apuntó a que “disfrazado de soldaditos de juguetes queriendo enfrentar una guerra contra la inflación, lo único que logran es ser muy eficientes y sustentables en crear más pobreza, más ignorancia, quebrantos y desánimos”.

“Basta de relatos mentirosos que tanto daño le han causado a la república. Hoy nuestros jóvenes desanimados, buscan las salidas en los aeropuertos”, advirtió.

En el discurso pidió que el sector y la sociedad se unan para no permitir que “sigan quebrando a la Argentina”.

“El tiempo y el manoseo se agotó. Viva la patria”, sentenció.

Durante la asamblea, los participantes votaron dos mociones en rechazo y protesta contra las decisiones del Gobierno nacional. Una de ellas fue la adhesión al “tractorazo” del 23 de abril que anunciaron en las últimas horas agrupaciones ruralistas del interior del país y que se realizará en Buenos Aires bajo el lema de “El campo dice basta”, en horario a confirmar. La otra apuntó al cese de comercialización por tiempo indeterminado.

Esta última fue impulsada por el secretario de la Confederación Rural, Gabriel Nafissi, para “ver si esta gente empieza a tomar conciencia”.

“Nos ponen la retención y siempre estamos amagando, pero no hay ninguna acción concreta. Si no nos van a seguir pasando. Nos están midiendo”, aseveró.

Así como el “tractorazo”, el grupo de productores agropecuarios también propusieron un paro agropecuario, acompañado de bloqueos en ingresos y egresos de los puertos exportadores. Esta iniciativa todavía está siendo estudiada. Mientras, las movilizaciones van a continuar en todo el país.

Otra de las voces fue la de Javier Rotondó, quien es presidente de Cartez y de la Sociedad Rural de Río Cuatro. Transmitió la preocupación porque el sector tiene que volver a manifestarse “defendiendo lo que no es solamente una actividad económica, sino un estilo de vida”.

“Otra vez volver a la misma situación. Es frustrante, cansador. Los que tuvimos la posibilidad de estar los 120 días en la ruta de la 125 sabemos que eso empezó de la misma manera. Con asambleas en todos los puntos del país, con escasez, amagues. La llave la tienen quienes ejercen el poder en el país”, afirmó.

Hizo alusión a que “el hartazgo no es solo del productor” sino que también acompañan otros sectores, como el comercial.

“Hay muchas alternativas, se habla de una gran marcha a Buenos Aires. No le tengamos miedo. A nadie le gusta estar en la ruta, pero lo vamos a hacer”, finalizó.

La presidenta de la Sociedad Rural en San Luis, Yeny Yurchag también estuvo presente y coincidió en la necesidad de “dejar de tener miedo o ser individualistas”.

“Hace 14 años estuve en esta misma situación embarazada, hoy de nuevo con mi hija al lado. Es muy importante que se hayan sumado las mujeres, los jóvenes. Es muy importante que los escuchemos”, agregó.

Otro de los oradores fue el presidente de la Confederación Rural de San Luis, Raúl Foncueva, quien apuntó al “rumbo” que debe tomar la dirigencia “con claridad, manifestación, postura y presentaciones donde sea”.

“Es hora de que a las asambleas vayamos con el cuchillo y la vaina y para eso necesitamos más gente, para que contagie, avancemos y no estemos en el mismo lugar”, insistió.

Además, dijo que “el único plan que tiene el Gobierno de la República Argentina es la inflación”.

“Por eso hace seis o siete meses regalaron plata. Estamos pagando el pato de la boda, de la elección anterior que la perdieron”, cuestionó.

Foncueva además advirtió: “La plata que le van a sacar a la harina de soja y al aceite de soja no es para el trigo, es para ver como juntan para llevarle al Fondo. Y el Fondo les dijo que de la única forma que quieren que junten plata es con el campo”.

“La inflación genera pobreza. La única forma es que adoptemos la postura que nos corresponde. La calentura es grande, demostrémosla”, resaltó.

El reclamo del campo llegó a los oídos de los legisladores de Unidos por San Luis, y por eso se acercaron para tomar nota de las necesidades.

También acompañaron el senador por el departamento Pedernera, Adolfo Castro Luna y el diputado Federico Trombotto, ambos de los bloques que representan a Unidos por San Luis.

“Nos hemos convocado con el diputado Trombotto para escuchar lo que tengan que decir los productores. Creemos que hay un reclamo justo de su situación en materia de las acciones que vienen haciendo los gobiernos, tanto Nacional como provincial, en sus desarrollos productivos, posibilidades de crecimiento, de salir de situaciones complicadas”, transmitió Castro Luna.

En diálogo con El Chorrillero mencionó que tampoco ven “políticas para apuntalar el desarrollo industrial en la provincia”.

“La situación de los productores no ha cambiado en nada. Tienen una presión impositiva enorme, tienen que pasar a través de los riesgos y encima con políticas de estado que no los favorecen en lo más mínimo. Son reclamos históricos”, dijo al final.