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San Luis se tiñó de celeste en una nueva marcha por los derechos del niño por nacer y en rechazo a la ley del aborto

Consideraron a las cifras de interrupciones del embarazo en Argentina como una “tragedia” y pidieron que se derogue la ley.

La marcha tuvo una gran convocatoria este sábado.

por Antonella Camargo

elchorrillero.com

Actualizada: 27/03/2022 16:13

La Plaza Independencia fue el primer centro de la convocatoria en el marco del Día del Niño por Nacer, que se celebró este viernes. Vecinos de la ciudad, organizaciones e integrantes de las iglesias Católica y Evangélica se concentraron a partir de las 17 para recorrer las principales calles céntricas.

Lo hicieron con banderas argentinas, globos celestes y blancos, bombos y carteles. De esa manera buscaron “hacer ruido” para reclamar por los derechos de los más pequeños y volver a sentar posición en contra del aborto legal.

En medio de cánticos recorrieron la calle San Martín hasta llegar a la Plaza Pringles, donde se había montado el escenario para el acto principal.

“Estamos festejando el Día del Niño por Nacer y también reclamando para que se derogue la ley del aborto. Vamos a trabajar para que esta ley injusta deje de estar vigente”, sostuvo durante el trayecto Gonzalo Montenegro, quien integra la organización Acción por la Vida.

Pasadas las 17 comenzó la marcha por las calles de la ciudad.

Hizo referencia a las más de 60 mil interrupciones del embarazo que se concretaron desde que fue sancionada la norma nacional, y calificó ese número como “una tragedia”.

Ya en el centro de la plaza, el padre Gabriel Potetto fue el primero en hablar. Lo hizo en representación de la Iglesia Católica.

“No basta con decir que defendemos la vida, porque ¿cuántas veces se acusa a la fe cristiana de oscurecer las mentes, porque se opone a la ciencia? Cuando se debatió la ley en el Congreso se expulsó a la ciencia del Senado”, planteó el sacerdote.

Afirmó que “Dios es el dueño de la vida, nadie puede darla ni quitarla sino solamente él”, y que eso es lo que la sociedad debe “defender”.

Potetto señaló que el 30 de diciembre de 2020, cuando se aprobó la Ley 27.610 “desaparecieron los pañuelos celestes”. Y agregó: “Hoy más que nunca tenemos que llevarlos, no seamos derrotistas porque esta pelea la pelea Dios en primer lugar”.

En relación a las cifras de abortos, dijo que se trata de “un genocidio”.

“Esta palabra no es patrimonio solamente de algunos. Cuando se mata un ser humano se está atentando contra el plan de Dios”, añadió.

“Lamentablemente y esto es una herida que queda, no están los colegios católicos presentes. Si no están ¿Qué es lo que están enseñando en sus aulas?”, expuso en el tramo final de su discurso. Luego hizo una oración a la Virgen María.

“Esto no se trata de una Iglesia, sino de la vida misma. Se trata del plan de Dios”, indicó en el inicio de su alocución el pastor evangélico, Walter Berlo, quien coincidió en los abortos realizados en la Argentina fueron “el genocidio más grande de la historia de la humanidad legalizado”.

 

“Esta plaza tendría que estar llena, no solamente de católicos o evangélicos, sino de todos aquellos que amamos la vida. No sé cuántos están dispuestos a jugarse por esto. Esto es el tiempo duro que viene”, continuó.

Berlo transmitió la definición de niño a la que adhirió la Alianza Cristiana, que específica que lo es “todo ser humano desde el momento de su concepción hasta los 18 años”.

En otro tramo, aseguró que persisten con las convicciones y entienden que “la defensa de la vida es un asunto innegociable”.

“Esta no es cualquier fecha. Aun en estos tiempos necesitamos seguir levantando la voz, cada vez con más vehemencia para decir que la vida humana merece y necesita ser valorada y respetada. Defender la vida humana desde la concepción en el vientre materno es una lucha que nos sigue convocando aun cuando nuestro país tiene en vigencia una ley injusta que permite el aborto”, insistió.

En la parte final, habló la docente Marta Sosa, quien contó parte de su historia: “Tengo la gracia de tener una hermana con discapacidad mental que podría haber sido abortada impunemente si hubiese nacido bajo esta macabra ley”.

En este contexto, resaltó que “mientras el corazón late, ningún ser humano, desde el primer día de la concepción hasta la muerte natural, puede ser asesinado. No porque lo digan las leyes, sino porque lo grita la conciencia y no se la puede callar”.

Sosa también apuntó a la Educación Sexual Integral y advirtió que se trata de “ideología de género”.

A su vez hizo alusión a que de acuerdo a los datos oficiales de abortos, esto constituyó “la muerte de un argentino cada ocho minutos durante el 2021”.

“La ley es el odio de satanás en las pinzas de los abortistas. Destruye al hijo y física y espiritualmente a la madre”, aseveró.

Las estrofas del Himno Nacional le pusieron el punto final a la movilización.

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