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Rodríguez Saá ante la Asamblea Legislativa: no anunció medidas para combatir la pobreza récord y la desocupación y volvió a defender a Mones Ruiz

Habló durante más de dos horas. Defendió la gestión del Hospital “Ramón Carrillo” y criticó a los “agoreros del pesimismo”. Criticó que el Plan “se desnaturalizó poco a poco”, anunció un diccionario enciclopédico, una farmacia robotizada y dijo que la ministra Bañuelos es “una genia”.

Foto Marcos Verdullo
Alberto Rodríguez Saá.
Actualizada: 01/04/2022 19:05
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La usencia de diputado nacional, Claudio Poggi y legisladores de Unidos por San Luis atravesó la sesión donde Alberto Rodríguez Saá dio su discurso. No se presentaron al recinto y en rechazo a la postulación del vicegobernador Eduardo Mones Ruiz como ministro de la Corte pegaron carteles. “Sr. Gobernador: con la designación de su vicegobernador en ejercicio a la Justicia, está violando la Constitución”, decía el mensaje. Pero duraron poco porque a los gritos desde el oficialismo ordenaron que los retiraran.

Rodríguez Saá no dejó pasar el hecho de las bancas vacías, pero primero defendió a quien postuló como ministro del Superior Tribunal de Justicia: “No está cuestionado Mones Ruiz, sus calidades morales, intelectuales, jurídicas, su persona. Se dice que un vicegobernador no puede ser o no les gusta que sea miembro del STJ. Esto ha sucedido en Argentina y en el mundo”. Como ya lo hizo en la semana se refirió José Figueroa Alcorta “que fue presidente de los tres poderes del Estado”. Y en el mismo afán de sostener la posición que tiene el dirigente el dirigente trajo a colación como antecedente la Justicia de Estados Unidos.

“Claro que puede un vicegobernador ser miembro de la Justicia”, insistió.

Y después apuntó a los legisladores opositores que en las primeras horas de este viernes emitieron un comunicado. "No convalidaremos el funeral de la división de los poderes en la Provincia”, sostuvieron.

“No me lastima a mí, ni a Mones Ruiz. No critico, no digo nada pero no ayuda a la calidad de las instituciones”, dijo para que les quede claro que la actitud que tomaron no le significaba ninguna preocupación.

Uno de los tramos donde se sintió orgulloso fue cuando habló del Hospital Central “Ramón Carrilo”. Comenzó diciendo que hoy ofrece “una respuesta de excelencia a todos los puntanos”, y de paso les habló con ironía “a los agoreros y campeones del pesimismo”. Las críticas al complejo sanitario no dan tregua por la atención en varios servicios y porque se cobra la atención a los pacientes.

“Cuántas veces escuchar decir que esa obra no la íbamos a terminar, o no la íbamos a inaugurar nunca. Muchachos les cuento que construimos en un año y medio el hospital más grande de Sudamérica, que está funcionando con una excelencia maravillosa”, sostuvo. Entre los datos agregó que ya se atendieron 30.527 consultas.

Después anunció que el Gobierno inaugurará una farmacia robotizada: “La primera en un hospital público de Argentina”. Luego intentó explicar cómo iba a funcionar: “Vos vas, le ponés el chip para que miren, y mientras vos seguís hablando te va a venir por una cinta descendiendo el remedio que marcó el chip. San Luis, Ramón Carrillo, nosotros, eso somos nosotros”.

Rodríguez Saá, que a lo largo de sus mandatos se caracterizó por paralizar la política de viviendas, la incluyó en su discurso y prometió que construirá 2000 casas.

“Siempre hay quejas de que no construimos viviendas”, reconoció, y recordó que en la pandemia se entregaron casas a “más de mil de puntanos y puntanas”, lo que consideró una cifra “récord, absoluta en Argentina”.

“Cederemos terrenos para las construcciones, de esta manera miles de puntanas y puntanos de toda la provincia podrán concretar el sueño de la casa propia”, dijo esta vez.

Entre los puntos no puntualizó nada qué acciones llevará adelante este año para combatir la pobreza récord y la desocupación sin precedentes que castiga a la pobreza. El Indec difundió datos alarmantes e históricos para la provincia. Casi la mitad de los sanluiseños es pobre (o sea, son 115.030 personas están bajo esta condición).

“Voy a decirlo, tengo derecho a hacerlo porque yo inventé el Plan de Inclusión Social”, transmitió, pero no se hizo cargo del desborde o del fracaso que hoy significan los planes sociales para el Gobierno. Revivió la historia del plan desde la creación y explicó por qué es necesario cambiar “el paradigma”, poner en el centro “a la cultura del trabajo”, reconducirlo y “sanearlo”. Apuntó que ahora el principal objetivo “es capacitar insistiendo en la formación hacia el mercado laboral”.

“El plan era un catecismo, tiene un espíritu, trabajar por San Luis y por eso se llamaba así. Se reían y les decían pico y pala. Sí orgullosos de ser pico y pala. Y con ese Plan tuvimos un equipo de fútbol que les ganó a todos”, transmitió como si estuviera retando a todos los que se olvidaron de ese pasado y de continuar con un espíritu que se fue “desnaturalizando poco a poco”.

Nombró que se hará un censo para preguntar a los beneficiarios “si quieren trabajar”.

“Si tenés otro empleo no podés venir a trabajar acá. Es una picardía, está mal. Eso es quitarle el lugar a otro que estaba excluido. Eso es lastimar el esfuerzo del Estado. Si no querés te vamos a mantener tres meses para que busqués trabajo. Y la provincia te va a conseguir el trabajo porque tenemos obra pública y crecimiento enorme, donde los índices dicen que no tenemos desocupación alarmante. Entonces por qué no buscás. Elegí, acá tenés el Plan, no lo querés vas a tener tres meses que lo vamos a llamar seguro de desocupación, te lo vamos a pagar, no vengás a laburar. Adentro del Plan se trabaja”, les puntualizó.

Mientras se explayaba en su monólogo alrededor del mismo tema, afuera a los beneficiarios les tomaban asistencia: los habían obligado para que fueran a recibir y aplaudir a Rodríguez Saá en la explanada de la Legislatura.

“Vamos olvidando la palabra plan porque ahora está devaluada, porque no fomenta la cultura del trabajo. Nadie como yo lo quiere tanto”, añadió.

El gobernador le dedicó también capítulos especiales a la “agenda digital” y calificó de “genia” a su ministra de Ciencia y Tecnología, Alicia Bañuelos. Habló de los premios que obtuvo el Gobierno.

Eufórico habló del diccionario enciclopédico de San Luis y le puso fecha a la presentación.

En el discurso incluyó la guerra que sostienen Rusia y Ucrania, aunque no condenó la invasión de las fuerzas de Vladimir Putin. Y también dedicó un momento sobre el final a la grieta.

En el cierre se mostró desafiante con los puntanos. “Si vos me preguntás en que voy yo? Yo te voy a preguntar: “Y vos qué hacés por San Luis”.

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