Celeste Morales: “Es evidente que hay un pacto de silencio, y están demostrando el poder que tienen para encubrir un homicidio”
A dos años de la muerte de Florencia Magalí Morales, la hermana sigue pidiendo justicia. Insistió en el cambio de carátula para incluir la perspectiva de género.
“Llegaremos a las últimas consecuencias, porque ellos están libres y mi hermana a tres metros bajo tierra por violar la cuarentena”, dijo Celeste Morales esta noche en TN.
Llegó este martes a San Luis para participar de una marcha que tuvo como escenario la ciudad de Villa Mercedes, y su papá la acompañó.
“Es evidente que hay un pacto de silencio entre los policías, el juez, los fiscales que pasaron por la causa, el defensor que solicitó el archivo de la causa en más de dos oportunidades, del forense que le sacó venas y arterias del cuello, y que debía hacer un examen de los genitales y no lo hizo porque dijo que estaba investigando un suicidio y no una violación. A dos años este hombre y el sigue trabajando”, aseguró durante la entrevista que ofreció antes de emprender regreso a Mendoza, de donde es oriunda toda la provincia.
Acusó que “entre ellos se encubren porque es un pueblo, y todos se conocen”, y que ahora “están demostrando todo el poder que tienen para ocultar un homicidio”. Inclusive puntualizó que “la misma gente del pueblo no habla, como si estuvieran exentos de que les pasara esto, y estamos dolidos”.
Recordó que los policías involucrados eran los que investigaban la muerte de Florencia, y graficó eso como uno de los errores “más grandes” que tiene la causa.
En todo este tiempo y pese a los intentos, según contó, nunca fue recibida por Alberto Rodríguez Saá: “Recién hoy después de dos años pude hablar con el ministro de Seguridad, Luciano Anastasi que se comprometió a sacarlos de la fuerza”.
“El señor gobernador de San Luis no nos ha recibido, Luciano Anastasi, en realidad se podría decir que por medio de un tuit le pedí que nos recibiera”, dijo.
A nivel provincial nunca hubo un pronunciamiento sobre este hecho que es de violencia institucional porque ocurrió en una dependencia policial del estado.
Del mismo modo, Alberto Fernández tampoco le abrió las puertas. “Tenemos el derecho de que nos escuche, hay tres criaturas que van a crecer sin su mamá”.
“Nadie se hace cargo de la muerte de mi hermana, y mucha gente nos ha dado la espalda. Hemos contratado peritos, y lo hicimos con sacrificio. Mi papá es jubilado y es quien me ayuda a criar los niños de mi hermana, porque el estado los abandonó, y no les dio asistencia psicológica”, aseguró.
Comparó que Magalí fue víctima “de un delito de lesa humanidad, que ocurrió en democracia”. Insistió que “la golpearon, estuvo incomunicada y después de todo eso la mataron”.
A Celeste no la llamaron para decirle el problema o los motivos que llevaron a su hermana hasta la Comisaría 25º de Santa Rosa del Conlara. En ese pueblo del norte ella vivía desde hace tres años con sus hijos. “Fue una amiga la que me pidió que viajara porque había mucho movimiento, y no le daban información. Cuando me atendieron el teléfono, eso de las 23, una oficial me dijo que mi hermana no podía hablar a porque en ese momento estaba declarando, y en realidad ya llevaba cinco horas muerta”, recordó de ese 5 de abril de 2020 cuando en toda la provincia estaba en plena cuarentena y restricciones por la pandemia del coronavirus.
En septiembre del año pasado los peritos de parte concluyeron en los datos más reveladores: Las pruebas de ciencias criminalísticas confirmaron que “técnicamente que es inviable la posibilidad de un suicidio y que desde el punto vista técnico, la hipótesis más práctica tiene que ver con un homicidio”. Es decir, a la mujer le provocaron la muerte.
En la segunda necropsia se detectó que “faltaban los músculos del cuello que son fundamentales para conocer la asfixia mecánica”. Con este quedó en “evidencia” que se “omitieron cuestiones” en el primer análisis al cuerpo.