Por el fuerte rechazo, el vicegobernador Mones Ruiz abandonó la postulación para juez del Superior Tribunal

 

“Por lo expresado, con mucho sentimiento y, sobre todo, con mucha racionalidad en las ideas, le solicito a los senadores y senadoras que no presten acuerdo para mi designación ya que he tomado la decisión irrevocable de no aceptar el cargo de ministro del Superior Tribunal de Justicia”, de esa forma se dirigía al cuerpo Eduardo Mones Ruiz para clausurar la audiencia pública.

La presidenta provisional María Angélica Torrontegui que escuchaba con la mirada perdida en el muro de enfrente desvió levemente sus ojos a la derecha cuando el vicegobernador pronunciaba que se bajaba de la postulación. A los pocos segundos e interrumpiendo un tibio aplauso que transcurría mientras el vicegobernador acomodaba los papeles, la dirigente ultraalbertista ordenó que “se lo acompañara de inmediato fuera del recinto”. Los senadores oficialistas cabizbajos también cruzaban miradas mientras buscan reincorporararse en las bancas.

Cuando los senadores rodriguezaístas imaginaban que después de cinco horas estaban a punto de sacarse de encima una bola de fuego y se disponían a cumplirle el capricho al gobernador dando acuerdo al pliego, ocurrió lo menos pensado. El férreo militante comunicó que abandonaba la postulación y de ese modo se despachaba con un desplante a su jefe político.

El desgastante proceso abierto el 14 de febrero dio lugar a una inesperada crisis política en un Gobierno que no tiene rumbo.

La declinación de Mones Ruiz encuentra explicación en la fuerte y decidida acción encabezada tempranamente por el líder de la oposición Claudio Poggi desde el Frente Unidos por San Luis. En el movimiento de rechazo intervinieron los colegios de abogados de Villa Mercedes y San Luis. Con una catarata de impugnaciones tacharon el CV y protestaron porque no garantizaba imparcialidad, incluso hubo presentaciones en la Justicia pidiendo que se inspeccionara la trayectoria en tribunales.

La forzada postulación tuvo repercusión en los principales medios de Buenos Aires.

Mones Ruiz llegó debilitado al Día D, tras un prolongado silencio y aislamiento.

Leyó los argumentos y su defensa final. Entre otras cosas dijo:

“No voy a ser yo el que le dé el pie a los detractores de la Provincia de San Luis a seguir con el ataque permanente a este modelo que con éxitos y errores ha cambiado la provincia para siempre”.

“No estoy dispuesto a servir para la grieta, con la división de los puntanos, con la denigración que buscan para San Luis. De ninguna manera".

"Seguramente dirán que es una derrota de Mones Ruiz o del Gobierno o que he recibido órdenes para actuar así. La verdad, siempre las decisiones las he tomado y las tomo con absoluta libertad, con la más importante de las libertades: La libertad de conciencia, que normalmente me asesora muy bien. No me importa lo que digan o dejen de decir. He tomado una decisión y voy a cumplir con mi mandato de vicegobernador. No acepto la enorme propuesta del gobernador, a quien le estoy profundamente agradecido por haber pensado y confiado en mí para una responsabilidad tan importante”.

Cinco horas se tomó el Senado para la resolución. Pasadas las 20 se comunicó que devino en “abstracto la votación”.