Mujeres de la comunidad ranquel llevan casi dos semanas acampanado en Terrazas del Portezuelo
Desde que llegaron están pidiendo que las atienda el gobernador Alberto Rodríguez Saá. En la semana se encadenaron, pero no llamaron la atención de ningún funcionario.
Juana Alcántara y Noemí Escudero esperan desde el 10 de abril en un acceso de la Casa de Gobierno, a un costado de la Autopista de las Serranías Puntanas que algún funcionario las atienda.
Desde ese momento se sienten ignoradas. Pretenden hablar con algún funcionario para transmitirle los problemas que tienen, pero les cerraron los portones.
Este domingo se cumplirán dos semanas que están a la intemperie, resguardadas en una carpa. “Ni una ambulancia ha venido a ver cómo estamos de salud”, transmitieron las mujeres.
Cuando llegaron acusaron que sufrían “constante persecución por parte del interventor designado por el Gobierno, Sergio Freixes”. Expusieron que el ex ministro de la Legalidad y Producción “maneja todo” que “nuestro lonko no puede tomar decisiones sin consultarlas con él”.
Al referente del rodriguezaísmo en el departamento Dupuy lo denuncian porque “robó animales”. Y Escudero contó que fue despedida del hospital cuando empezaron los problemas con el funcionario.
“Somos mujeres indígenas que solo estamos reclamando nuestros derechos, nuestros animales, nuestros trabajos y vivir tranquilas”, sostuvo.
Este sábado nada había cambiado. Seguían como todos los días.
El martes cuando a la provincia arribó el ministro de Interior, Wado de Pedro, Juana y Noemí se encadenaron en dos reposeras, y otra vez les cerraron las puertas “por prevención”.
Ese día los vehículos que trasladaban a la comitiva nacional tuvo que hacer otro recorrido para que el funcionario de Alberto Fernández no viera ese panorama y se llevara otras sensaciones.