SAN LUIS
Industriales sobre la posible falta de gas: “Rezamos para que no haga mucho frío y tener suministro"
Con el invierno a la vuelta de la esquina, desde el sector plantearon “un difícil panorama” para los próximos meses.
El escenario para las industrias no es alentador. El posible faltante de gas es una de las principales interrogantes.
El presidente de la Cámara de Industria de San Luis, Eduardo Mirengo señaló que entre los empresarios existe preocupación e incertidumbre de cara al invierno.
“Nos sabemos si vamos a tener gas o no. Es increíble, pero estaremos supeditados al factor climático, estamos rezando para que no haga mucho frío y, así, que el consumo residencial no sea muy grande para que quede gas para la industria”, graficó en declaraciones a El Chorrillero.
Durante las últimas semanas, las diferencias entre el volumen del combustible asegurado de provisión y el pico estacional de demanda, creció.
El reciente acuerdo con Bolivia para aumentar las entregas de gas y la licitación de ocho barcos de GNL (gas licuado) para el próximo invierno permiten contar con un primer panorama, pero los industriales dan cuenta de que siguen sin mayor información.
“No tenemos muy en claro cuántos millones de metros cúbicos nos entregarán. Mucha información no hay y lo grave es que cuando tengamos que producir y nos digan ‘no hay gas’, tendremos que montar una nueva estrategia para producir y que hoy no sabemos cuál será”, sostuvo Mirengo.
El sector estima un período que va desde abril hasta noviembre de escasez de suministro, tanto de combustibles líquidos como de gas natural y de energía eléctrica.
Según explicó, el impacto en San Luis recaería en una parte importante del sector, principalmente en las alimenticias, como Arcor o Bagley, y en las resineras.
“Todas que tengan hornos sufrirían. Hoy es muy difícil transformar esos hornos y funcionar con otros suministros, no solo por el costo que implica, sino que, por ejemplo, el gasoil también escasea y las plantas de energía eléctrica están sufriendo para suministrar el servicio”, puntualizó.
Otro punto que remarcó son las subas de los valores de los precios del gas en el último año: “Es altísimo, en 2021 el millón de BTU (la unidad de medida que se utiliza para el gas) valía 8 dólares y en la actualidad está a 35”.
“Esto se traslada a la industria y, lamentablemente, todo termina en la góndola, es la forma de amortizar”, agregó.
La problemática abarca toda la cadena de valor de la energía, desde las compañías productoras que están obligadas a comercializar su petróleo a un valor sensiblemente menor al del mercado internacional y la imposibilidad de poder evacuar mayor cantidad de gas natural debido a restricciones de transporte, hasta las empresas comercializadoras y distribuidoras que se ven imposibilitadas de acceder a mayor cantidad de gas natural.
“Tenemos todos los caminos medios cercenados. Es muy difícil proyectar y tener un plan estratégico con tantas incógnitas”, completó Mirengo.