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Pediatras del Policlínico de Villa Mercedes denuncian agresión física y verbal por demoras: solo hay dos médicos por guardia

Los profesionales de la salud enumeraron las situaciones a las que se enfrentan a diario porque las familias deben aguardar para la atención. Cada turno, cuenta solo con dos doctores para las urgencias y la internación. Piden que los directivos dispongan de un efectivo policial, porque deben atender con “trabas en las puertas”.

Foto Marcos Verdullo
Policlínico de Villa Mercedes.
Actualizada: 28/04/2022 23:25
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La falta de profesionales de la salud es una realidad de la provincia, que no solo repercute en los vecinos, sino también en quienes se desempeñan en el servicio público. La demora a la que deben enfrentarse los pacientes, genera cada vez más malestar y hasta se han generado situaciones de violencia contra los médicos y enfermeros.

Uno de los escenarios de este panorama es el Policlínico “Juan Domingo Perón” de Villa Mercedes, puntualmente el servicio de Pediatría. Los médicos y enfermeros se han convertido en víctimas de agresiones verbales y físicas. Si bien, la situación data desde hace bastante, en el último tiempo todo se intensificó.

Los trabajadores del lugar, han planteado los problemas que viven a diario a las autoridades, pero no consiguen respuesta. Las notas, que han sido destinadas a la directora Patricia Ramonell, y al ministerio de Salud, expresan el temor que tienen por su integridad física.

Por el contrario, además de la falta de soluciones, han recibido represalias. Estaban analizando la posibilidad de hacer un paro para exponer la realidad y sólo atender urgencias y emergencias. Pero les manifestaron que los iban a sancionar con el cese del contrato.

“No pedimos que nos reduzcan las horas de guardia, ni aumento de sueldos, simplemente seguridad para trabajar”, afirmó una de las profesionales, que prefirió no difundir su identidad por el mismo motivo.

En declaraciones a El Chorrillero, relató que habitualmente se sometían a violencia verbal por las esperas, debido a que la atención se regula por la gravedad que presenta el paciente. Sin embargo, en lo reciente han sufrido agresiones físicas y hasta escraches en las redes sociales.

“Tuvimos un compañero la semana pasada donde lo escracharon porque como a las cinco de la mañana tuvo una demora en la atención. El hombre nos amenazó públicamente. Nos dijo que nos iba a matar a todos”, ejemplificó.

Otro caso se produjo cuando un padre ingreso al nosocomio y golpeó a su ex pareja. Un enfermero intervino para socorrerla y también fue agredido.

Por eso, han tenido que poner trabas en las entradas y atender a puertas cerradas.

En concreto, piden contar con un policía que pueda asistirlos ante cualquier inconveniente. Los únicos efectivos que hay en el lugar están apostados en el ingreso principal al Hospital, del otro lado del edificio.

Si, cuentan con la presencia del personal de Seguridad Comunitaria, pero no tienen atribuciones para intervenir en estos conflictos.

La médica reconoció que el principal motivo de la violencia es el tiempo que deben afrontar los pacientes para recibir asistencia, pero aclaró que no dan abasto como consecuencia del faltante de profesionales.

“Las demoras están, el tema es que no tenemos médicos. Hay notas enviadas a dirección y al ministerio de Salud pidiendo gente. Han conseguido y lo que hace el ministerio es derivarlos a San Luis”, explicó.

Dijo que por guardia son dos los doctores que se deben hacer cargo de todo el servicio de Pediatría, solo en casos excepcionales pueden encontrarse tres o cuatro, pero eso sucede “con mucha suerte” y “es muy raro”.

“El servicio lo tenemos dividido en internado y guardia. En el primero entran como 30 chicos. Y después está la guardia que es a demanda. Con dos médicos es imposible tener un buen ritmo porque mientras uno está en el internado el otro queda solo”, sostuvo.

A la noche solamente queda un médico y durante ese lapso tampoco existen presencia de seguridad.

Del mismo modo, insistió en la falta de atención que hay de parte de los directivos: “Hemos llegado a la conclusión de que el problema es con el servicio de pediatría porque todos los demás tienen un policía las 24 horas. El día que el médico fue agredido llegaron como a la media hora porque están del otro lado del edificio”.

“No tenemos seguridad para poder trabajar, lo estamos haciendo bajo llave. No estamos pidiendo mucho. El tema es que nos tenemos respuesta de las autoridades”, planteó.

La profesional resaltó que se encuentran “a la deriva”. “Me voy a tener que llevar un gas pimienta y tenerlo mientras atiendo a los chicos”, concluyó.

 

 

 

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