Deterioro, asimetrías y polarización: un balance de la libertad de prensa a nivel mundial
La Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2022 de Reporteros Sin Fronteras desvela la doble polarización que ha marcado el rumbo de dicho derecho a nivel mundial. Las asimetrías siguen estando presentes en las diferentes regiones a nivel mundial, muchas de las cuales han visto el deterioro del ejercicio periodístico. La guerra en Ucrania, el caso de Julian Assange y los cambios de gobierno en algunos países marcan el balance.
Polarización y caos informativo. La Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de 2022 de Reporteros sin Fronteras (RSF) expone las disparidades existentes en la manera en que se ejerce el periodismo en 180 países y territorios del mundo.
El reporte de este año da cuenta de las asimetrías que existen entre “sociedades abiertas” y “regímenes despóticos que controlan a sus medios y sus plataformas”. Al mismo tiempo, muestra un creciente “caos informativo” derivado de los espacios digitales exentos de regularización.
La edición de 2022 viene con un récord de países en situación “muy grave” para la libertad de prensa, con 12 países en total, entre los que se encuentran Belarús (153), Rusia (155), Birmania (176), Corea del Norte (180), Eritrea (179), Irán (178), Turkmenistán (177) y China (175).
Una situación que contrasta con la de los tres países nórdicos, Noruega, Dinamarca y Suecia, en los que “la libertad de expresión se realiza en todo su esplendor”.
Las disparidades a nivel regional
El complejo panorama de la prensa a nivel mundial puede ser visto más particularmente en las diferentes regiones.
Según el informe, la situación de Medio Oriente es una de las más preocupantes. Varios periodistas han muerto ejerciendo su profesión en países como Líbano o Yemen, en el puesto 130 y 169 respectivamente.
Una situación a la que se le suman las amenazas en Internet y los ataques a los que se han tenido que enfrentar los reporteros.
En dicha región, los periodistas palestinos son especialmente vulnerables, dos fueron asesinados en la ofensiva militar por parte de Israel en la franja de Gaza. En Irán también empeoraron las condiciones para la libertad de prensa debido a un aumento en las detenciones, las condenas y los periodistas encarcelados en precarias condiciones.
La libertad de prensa en la región Asia-Pacífico también se vio debilitada. Reporteros sin Fronteras recalca dos acontecimientos: el golpe de Estado militar en Myanmar y la toma del poder por parte de los talibanes en Afganistán. Dos hitos que derivaron en mayor persecución a los periodistas.
La zona está marcada por la pretensión de ciertos gobiernos de controlar toda la información como el de Corea del Norte, en el último puesto de la calificación, y el de China, en la posición 175.
Los regímenes considerados como más democráticos tampoco están exentos de la vulneración de dicho derecho. Ese es el caso de India (150), Sri Lanka (146) o Filipinas (147) en donde se expande la presión a los periodistas.
África, por su parte, está llena de contrastes. En el documento se resaltan el caso de Senegal (73) o Sudáfrica (35) como lugares en los que se ha avanzado en el cuidado de dicho derecho. Pero es un balance muy diferente el que se vive en otros países, especialmente en el Sahel, como Mali (111) y Benín (121), donde se ha deteriorado la seguridad de los periodistas.
El Norte de África ha conocido un importante retroceso. “Nunca ha sido tan preocupante”, asegura RSF. Esto, sobre todo, en países como Argelia (134), Marruecos (151) y Libia(143).
El informe da cuenta de que “el derecho a la información se ha visto aún más perjudicado por la profusión de leyes represivas que penalizan al periodismo en Internet. A su vez, la proliferación de rumores, propaganda y desinformación han debilitado al periodismo y el acceso a una información de calidad”.
Sin embargo, resaltan la aparición de “coaliciones de periodistas de investigación”; un hecho que ha permitido avanzar unos pasos hacia la mejora de la libertad de expresión en la región.
Censura y persecución: el balance de América Latina
“En casi todo el continente, los periodistas desarrollan su labor informativa en un entorno cada vez más deteriorado y tóxico”, sentencia RSF.
Un ambiente en el que crecen las dificultades económicas, el acceso a la información, los ataques, las campañas de difamación y la desconfianza frente al periodismo.
Destacan países como Brasil (111), Cuba (173), Venezuela (148), Nicaragua (160) y El Salvador (112) en donde los medios han sido cada vez más estigmatizados por la retórica de los gobiernos.
El caso de Nicaragua es uno de los más preocupantes. Tras descender 39 posiciones, el país ocupa el puesto 160. Una caída que se explica por la persecución a los periodistas por parte del Gobierno de Daniel Ortega.
A su lado está el caso de El Salvador, en la posición 112. Esto debido a las amenazas del presidente Nayib Bukele a los periodistas “críticos con su administración, creando así la imagen de una prensa enemiga del pueblo”.
Finalmente, está México, el país con más muertes reportadas de periodistas.
La vulneración de la libertad de prensa, otra arista de la guerra en Ucrania
Un hito que se suma al panorama de la libertad de prensa en la actualidad es la guerra en Ucrania. Esta ha derivado en asesinatos de reporteros y en una censura “inédita”, según dice el informe.
Desde que comenzó la invasión rusa en febrero, al menos cinco periodistas han muerto en el territorio ucraniano. En la propia Rusia los medios y los periodistas también se han visto afectados.
“El poder ha asumido el control total de la información, instaurando una censura de guerra creciente, el bloqueo a los medios y la caza a los periodistas críticos, que los empuja al exilio masivo”, reza el informe.
Este también da cuenta de que la situación en dicho país ya se venía deteriorando desde 2021 con la Ley de Agentes Extranjeros “y las persecuciones ligadas a la cobertura del opositor Alexéi Navalny, actualmente en prisión”.
Europa: un panorama marcado por la pandemia y el caso Assange
Europa es un escenario dispar en cuanto a la libertad de prensa. Noruega se lleva el primer puesto, sin embargo, varios son los acontecimientos que han debilitado este derecho en diferentes países del continente.
Ese es el caso de los asesinatos de dos periodistas en Grecia y en Países Bajos. Al que se le suman otros dos perpetrados en 2020 en Malta y Eslovaquia.
La pandemia, como en otras regiones, ha marcado el balance. Esto, porque en las manifestaciones en contra de las medidas sanitarias se presentaron reportes de agresiones físicas en países que están en los primeros 60 puestos de la calificación como en Francia, Alemania e Italia.
El caso de Julian Assange, se ha constituído como un hito. “RSF ha luchado sin cuartel durante este período para que el caso de Julian Assange no siente un peligroso precedente para todos aquellos que, como él, contribuyen al periodismo”, marca el comunicado.
Según el informe, la pretensión británica de extraditar al fundador de Wikileaks a Estados Unidos marcaría el camino de la libertad de expresión en el viejo continente. (France 24)