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“Feliz lunes, feliz bandera, feliz absolutamente todo”: el yerro de Tamayo en el acto en honor a los caídos en Malvinas

En la conmemoración de los 40 años del hundimiento del ARA General Belgrano el intendente de San Luis improvisó un discurso donde se lo vio errático en los conceptos.

foto marcos verdullo
Sergio Tamayo en el momento de su discurso.

por Julian Pampillón

elchorrillero.com

Actualizada: 04/05/2022 13:33

En el cierre de la inauguración de una plazoleta en honor a los ocho puntanos muertos en el bombardeo al crucero en la Guerra de Malvinas, Sergio Tamayo brindó un llamativo discurso al punto del yerro.

“Feliz día, feliz lunes, feliz patria, feliz bandera, feliz absolutamente todo. Que sea feliz cada una de las familias. Me encantan, me emocionan cada una de las historias, de los hechos, de lo que nos muestran, de lo que nos cuentan”, sostuvo en el acto.

Durante unos minutos trató de hablar dejando de lado el discurso escrito, pero las continuas trabas en la dicción hicieron confuso el mensaje que buscaba transmitir.

“Algunas de las personas las tenemos entre nosotros y nos pueden contar lo que sucedió ese día y para nosotros es maravilloso. Que nos cuenten la historia es lo más lindo que nos puede pasar”, puntualizó.

Desde un comienzo señaló que “tenía algo escrito”, sin embargo, decidió omitirlo “ante las anécdotas e historias de familiares” y porque “las palabras quedaban chiquitas”.

El hito, marcado como un crimen de guerra, marcó un antes y un después en el conflicto bélico. Allí 323 soldados perdieron la vida, entre ellos, Rubén Oscar Godoy, José Ernesto Pucheta, Mario Esteban Frola, Ibanor Navarro, Antonio Ilario Laziar, Mario Alberto Funes, Osfaldo Francisco Martínez y César Julio Freite, los sanluiseños fallecidos.

Ante la presencia de excombatientes, incluido el sobreviviente del hundimiento, José Ojeda, el intendente dijo que fue como “una película o una serie”.

“Los invito a meterse en el tema, en la cabeza, como si fuese una película”, resaltó antes de leer un artículo que describía el hecho.

Y reiteró: “Cada vez que leía la historia, cada vez que me la comentaban, decía ‘mira qué película que sería’, pero esto fue la vida real”.

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