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Una periodista de Al Jazeera murió de un tiro durante un operativo israelí en Cisjordania

Shireen Abu Akleh, reconocida corresponsal del medio qatarí, murió al recibir un disparo en la cara cuando hacía la cobertura de una redada del Ejército israelí en la ciudad de Jenin.

Shireen Abu Akleh.
Actualizada: 11/05/2022 13:35
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El canal de noticias afirmó que portaba casco y chaleco de prensa, pero que igualmente las fuerzas israelíes la mataron "a sangre fría". Israel acusó a las milicias palestinas, aunque su versión fue contradicha por otros reporteros y testigos en el lugar.

En la madrugada de este miércoles, Shireen Abu Akleh, destacada periodista de la cadena qatarí Al-Jazeera, fue asesinada durante una redada del Ejército israelí en la ciudad de Jenin, en la Cisjordania ocupada. Su compañero, Ali Al-Samoudi, también fue alcanzado por un disparo en su espalda, pero está fuera de peligro.

Los funcionarios de salud palestinos detallaron que Abu Akleh, quien portaba el casco y el chaleco con la consigna de "prensa", falleció poco después de recibir un disparo de las tropas de Israel.

Al-Samoudi dio su versión de los hechos -que fue respaldada por otros colegas y testigos- y profundizó la acusación contra los militares israelíes. "Estábamos en camino a cubrir la operación del ejército cuando abrieron fuego contra nosotros. Una bala me alcanzó, la segunda bala alcanzó a Shireen", detalló. Además, indicó que no había intercambio de fuego ni personas armadas o civiles al momento del hecho. "Nos dispararon sin razón", alegó.

A través de un comunicado, Al-Jazeera instó a la comunidad internacional a repudiar el asesinato y a responsabilizar a las fuerzas israelíes por "atacar y matar intencionalmente" a la reportera. "En un flagrante asesinato, violando las leyes y normas internacionales, asesinaron a sangre fría a la corresponsal en Palestina", expresó el medio catarí.

En una publicación en Twitter, el viceministro de Exteriores de Qatar, Lolwah Al Khater, fue enfático en su repudio hacia la agresión contra Abu Akleh. "Este terrorismo del Estado israelí y el apoyo incondicional hacia ellos debe terminar", escribió.

Israel acusa a las milicias palestinas de disparar "indiscriminadamente"

En una primera respuesta a las acusaciones, el Ejército israelí afirmó que estaban bajo ataque al momento del hecho, que debieron responder velozmente con intensos disparos sin distinguir la condición de periodista de Abu Akleh y que están "investigando el evento y analizando la posibilidad de que hayan sido alcanzados por los palestinos armados".

El primer ministro israelí Naftali Bennett, por su parte, desligó a sus fuerzas de la responsabilidad por el asesinato "desafortunado" de la periodista y se lo adjudicó a los milicianos palestinos de Jenin. "Según la información que hemos recopilado, parece probable que los palestinos armados, que disparaban indiscriminadamente en ese momento, fueran los responsables", indicó.

Para respaldar su versión, el mandatario hizo referencia a un video en el que un miliciano palestino celebra haber derribado a un soldado, cuando las fuerzas israelíes no habían sufrido bajas. Pero ese fragmento de menos de 14 segundos fue rebatido por la organización de derechos humanos B’Tselem, que concluyó que no corresponde al lugar en el que se produjo la muerte de Abu Akleh.

Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores, Yair Lapid, avisó que el gobierno buscaba realizar "una investigación patológica conjunta sobre esta triste muerte". Además, subrayó que los periodistas "deben estar protegidos en zonas de conflicto" y que tienen "la responsabilidad de llegar a la verdad".

Más tarde, el jefe del Estado Mayor israelí, Avi Kohavi, matizó la versión oficial del gobierno israelí y dijo que "en esta etapa, no es posible determinar de quién fue el disparo y lamentamos su muerte".

Washington pide una "investigación exhaustiva" del asesinato

Una de las primeras reacciones de la comunidad internacional llegó por parte de Tom Nides, embajador de Estados Unidos en Israel, quien a través de su cuenta de Twitter contó estar "muy triste" por la muerte de la reportera -que también tenía nacionalidad estadounidense- y exigió "una investigación exhaustiva".

El mismo reclamo realizó la Liga Árabe, que afirmó que su secretario general Ahmed Abulgueit "condenó en los términos más fuertes" el asesinato de la corresponsal. "Es un crimen atroz contra la prensa y la libertad de prensa que no debe pasar fácilmente", agregó.

Jordania, la Unión Europea y la organización Reporteros sin Fronteras (RSF) fueron algunos de los que se sumaron al pedido de una pesquisa profunda para develar las circunstancias del ataque.

Abu Akleh, de 51 años, era una voz reconocida en el periodismo árabe y trabajaba para Al-Jazeera desde el inicio de la Segunda Intifada en el año 2000. Creció y se formó en Estados Unidos, desde donde vendrá su hermano para participar de su funeral.

El asesinato de Abu Akleh sucede en el marco de una seguidilla de operaciones de Israel en Cisjordania en las últimas semanas como respuesta a una serie de atentados que, desde finales de marzo, han causado la muerte de 19 israelíes.

La tensa relación entre Israel y Al-Jazeera -cuyas coberturas periodísticas han sido criticadas por las autoridades del estado hebreo-, tiene un antecedente cercano. El año pasado, Givara Budeiri fue detenida por las fuerzas de seguridad durante una protesta en Jerusalén. (France 24).

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