El Concejo Deliberante reconoció por mayoría el uso del lenguaje inclusivo

Con el voto de legisladores de diferentes fuerzas políticas finalmente se aprobó una resolución que reconoce el uso del lenguaje inclusivo y no sexista en el ámbito del Concejo Deliberante.

La iniciativa impulsada por la presidenta del cuerpo, Paulina Calderón pretende que, a la hora de redactar proyectos como ordenanzas, pedidos de informes, interpelaciones, publicaciones y comunicación oficial, se considere esta nueva modalidad de escritura.

La votación resultó con 10 votos a favor de Calderón; Daniela Serrano, Agustina Gatto, Julieta Ponce, Martín Divizia, Gastón Témoli y Alejandro Cordido del rodriguezaísmo, más Ailén Chaine, Otoniel Pérez Miranda y Carlos Ponce; tres negativos de Guillermo Araujo, María Molina y Agustina Arancibia Rodríguez de Unidos por San Luis y dos abstenciones de Lautaro Ojeda y Javier Suárez Ortiz.

En un primer momento el proyecto había sido presentado como una ordenanza para establecer la utilización del lenguaje, pero el debate en el recinto fue pospuesto en dos oportunidades para “crear un criterio único” ante la polémica generada.

El encargado de defenderlo fue el presidente de la comisión de Legislación e Interpretación, Alejandro Cordido: “A priori parece que no debería despertar controversia. Sin embargo, nos damos cuenta de la potencia y de la problemática que plantea hacia la política”.

Sostuvo que el tema debe ser abordado de una “forma crítica” y trajo a colación la resolución del ministerio de Salud de la Nación que adoptó durante esta semana el uso del lenguaje.

“Cuando nombramos algo, dejamos de decir otra cosa. Es una realidad que no pensamos, ni en la discusión, ni en la interacción. Cuando lo hacemos restringe derechos. Debemos hacernos responsables de esa afectación que provocamos sobre las demás personas. En este caso nosotres estamos pensando en los vecinos de la ciudad”, agregó.

Por su parte, el presidente del bloque Unidos por San Luis, Guillermo Araujo señaló que existen dos argumentos que sobresalen en ambas posturas, a favor y en contra.

La primera es que “el lenguaje cambia y se adapta, más en un país como el nuestro que nunca vivió un purismo dialéctico”. Y el segundo es que “no se impone”.

Sumado a ello, el concejal preguntó si la discusión sobre el lenguaje “responde a las necesidades que se plantean en los barrios”.

“’No me atienden en el misterio’, ‘la Justicia no me escucha’, ‘no puedo mandar a mi hija a la escuela porque no tiene zapatillas’, etc. Esas cosas sí las escuchamos todos los días. Hay que dar respuestas a estos problemas, de esa manera creemos que sería la verdadera inclusión”, aseveró.

A su vez, hizo hincapié en los niveles de pobreza que existen actualmente en San Luis: “El problema es que tenemos una de cada dos mujeres pobres, que tenemos siete de cada 10 niños pobres, que solamente el 4,3% de las niñas que van a la primaria tiene jornada completa o extendida”.

“Cómo podemos pretender que aprendan el lenguaje, cualquiera sea, si no van a la escuela. Requeriría una alta conciencia gramatical, uso de sinónimos, cambios de sujetos en las oraciones, etc. Caemos en la paradoja de que el lenguaje incisivo se vuelve excluyente”, completó.

Por su parte, Calderón resaltó un pasaje de un trabajo de Cristina Peri Rossi, galardonada con el Premio Miguel de Cervantes, y dijo que el lenguaje “no es ingenuo o neutro”.

“El proyecto tiene la idea de seguir poniendo en debate el lenguaje. Tampoco está cerrado, se reconocen las modalidades que pueden existir, como escribir con la x con la e, la arroba, de manera no sexista”, manifestó.

A su vez, indicó que el lenguaje “no es inocente” ya que “cuando usamos las palabras lo hacemos con un sentido y hay un uso de poder en esas palabras”.

“El lenguaje inclusivo tiene una intención de incomodar, a la hora de sentarnos a escribir, vamos a sentarnos a pensar dos veces en cómo lo escribimos o qué decimos, y ese es el espíritu de la norma.

También hablaron Julieta Ponce, Daniela Serrano, Lautaro Ojeda, Carlos Ponce y Chaine.

¿Qué dice la iniciativa?

Además de lo ya mencionado, se busca capacitaciones destinadas especialmente a los concejales y asesores, a través de la oficina Permanente de Derechos Humanos, “en pos de afianzar la comunicación y el lenguaje institucional con perspectiva de género para eliminar la transmisión de estereotipos sexistas”.

Por último, invita a adherir a los otros poderes de la ciudad como la Municipalidad, a la Justicia Administrativa de Faltas y al Tribunal de Cuentas Municipal, para “comprometerse con un necesario cambio cultural que promueva la eliminación de las violencias contra mujeres y disidencias en todas sus formas”.

Entre sus fundamentos, Calderón señala que “el lenguaje español invisibiliza la existencia de mujeres y disidencias en la sociedad”, y que el inclusivo “no oculta, subordina e invisibiliza a ningún género, y a su vez reconoce la diversidad sexual y de género”.

“A que a través del lenguaje las sociedades transmiten su forma de pensar, sentir y actuar, por lo cual, cambiar el uso y construcción del lenguaje implica un cambio cultural y social que habilita otra forma de ver, representar, construir y concebir al mundo más igualitaria”, destaca.