Tenía 60 años, era delivery y lo mataron para robarle la moto
Guillermo Sahad recibió cinco disparos cuando dos delincuentes intentaron robarle su medio de trabajo mientras completaba un pedido en Tucumán. Cientos de repartidores se reunieron para despedirlo y lanzaron una conmovedora carta.
El fallecimiento de Guillermo Sahad causó una fuerte conmoción en Tucumán. El delivery de 60 años murió de un paro cardiorrespiratorio el pasado viernes, luego de estar internado desde el miércoles por el ataque de dos delincuentes que quisieron robarle la moto mientras trabajaba.
Sahad fue interceptado por los dos ladrones el miércoles por la noche cuando completaba un pedido. Al querer robarle la moto, los delincuentes le dispararon cinco veces, uno de ellos le impactó en el abdomen y otro en una pierna.
“Willy”, como le decían sus compañeros repartidores, estuvo internado durante dos días en el hospital Padilla de Tucumán, e incluso llegó a enviarle un mensaje a sus colegas a través de un grupo de WhatsApp.
“Hola, soy Guillermo. Estoy dolorido, pero bien. Gracias”, escribió desde otro celular porque el suyo se lo había robado. Hasta el jueves permanecía estable, pero el viernes sufrió una descompensación y falleció de un paro cardiorrespiratorio.
Antes del fallecimiento de Guillermo, el ministro de Seguridad de Tucumán, Eugenio Agüero Gamboa, dio una conferencia de prensa en la que confirmó la detención de Cristian Emanuel González, uno de los sospechosos. González fue detenido mientras intentaba robar un camión, y además tiene un largo historial delictivo.
En agosto del año pasado fue imputado por el crimen de otro hombre, en un caso que no fue juzgado, y en sus antecedentes penales figuran una serie de delitos que implican hurtos, robos en banda y la tenencia de arma de fuego ilegal. Por estos últimos casos estuvo preso y cumplió otra condena en libertad condicional.
La emotiva carta de sus compañeros: “Que lindo hubiese sido volver a verlos”
La noticia generó tanto repudio que cientos de repartidores autoconvocados de Tucumán se reunieron el viernes en la Plaza Independencia de la provincia para despedir a Guillermo Sahada y colocaron una infinidad de velas frente a en la explanada de Casa de Gobierno.
En homenaje a “Willy”, sus compañeros le dedicaron una emotiva carta que difundieron a través de redes sociales. “Como me hubiese gustado seguir trabajando. Como me hubiese alegrado volver a casa. Que lindo hubiese sido volver a verlos. Pero ya ven, la inseguridad que reina en esta bella provincia quiso que me arrebataran la vida, lo más valioso que tenía”, inició el mensaje.
“He pasado por varias etapas en mi vida, pero en éste rubro, vi y aprendí de la unión y de la solidaridad entre compañeros. Pasamos muchas horas juntos bajo la lluvia, el sol, el frío y el calor, pero me sentía libre y más feliz aún, sirviendo a quiénes me daban el sustento para llevar a casa, nuestros clientes”, continuó el homenaje.
Luego, escribieron: “Me hubiese gustado seguir viviendo y disfrutar la vida. También me hubiese gustado despedirme de ustedes de otra manera. Voy a extrañar esas charlas de anécdotas, los cambios de turnos y esas esperas que te arruinaban un turno, pero sin renegar”.
“Ahora que lo tendré más cerca a Dios, voy a pedirle que los cuide en cada jornada que salgan a repartir, así no les pase lo mismo. Cuiden a sus familias, abrácenlos como si fuera la última vez, díganle cuánto los aman como si fuese la última vez y sigan adelante. Hasta siempre Raiders y gracias por todo”, concluyó.
El jueves pasado los repartidores autoconvocados de Tucumán habían realizado una movilización en bicicleta hacia la Casa de Gobierno para pedir más seguridad, algo que discutieron en diversas oportunidades con el el ministro de Seguridad, Gamboa.
Por último, Gonzalo Zamorano, amigo del repartidor asesinado, habló con TN y dejó en claro cómo es trabajar de delivery: “Salís a trabajar y no sabes si vas a volver a tu casa”.