Una joven denunció que intentaron secuestrarla en San Luis
Ocurrió el sábado a las 23:45 sobre avenida Justo Daract y calle Juan Bautista Alberdi. La chica se dirigía a la casa de una prima cuando fue sorprendida por la espalda por un hombre que intentó arrastrarla hacia un auto.
Luciana Orozco es estudiante del profesorado en Educación Especial de la Universidad Nacional de San Luis y en comunicación con El Chorrillero relató que el sábado alrededor de las 23:45 se fue caminando por la avenida Justo Daract hacia la casa de una prima para cenar.
“Siempre tomo el mismo camino y por seguridad iba hablando por teléfono con mi prima. Se me da por abrir el bolsillo, meter la llave, el celular y me puse los auriculares por detrás del cuello para que nadie viera que estaba hablando”, explicó Orozco.
Cuando estaba llegando a la calle Juan Bautista Alberdi sintió sobre su espalda la presencia de una persona: “Me tapó los ojos desde atrás y la boca, me tiró al piso con fuerza lo que provocó que diera la cabeza contra la vereda”.
Se resistió todo lo que más pudo: “Cada vez que me destapaba la boca yo no paraba de gritar, le pegué patadas y piñas, me defendí como pude”.
El hombre nunca le sacó las manos de los ojos, pero un solo segundo bastó para que Orozco pudiera ver que frente a ella había un auto de color negro con la puerta trasera abierta, esperándola.
“Lo que buscaba era arrastrarme, me resistí, se me hizo eterno, escucho que el auto acelera y en ese momento dejó de tironear las piernas y la campera para llevarme hacia el auto”, narró.
A pesar que no pudo con ella, logró arrebatarle el celular a la fuerza provocándole lesiones en los dedos.
“Me quitó el celular, salió corriendo, yo desesperada sigo gritando y lo corro media cuadra. Salieron los vecinos, me tranquilizaron, y llamaron a la Policía”, continúo.
Su prima se quedó en la llamada y escuchó todo lo que estaba pasando. Le pidió ayuda a una vecina y salieron en busca de Luciana.
“Me lastimó los ojos por la presión que ejerció para que yo no viera nada. Pero cuando se fue vi que era alto, morocho y estaba todo vestido de negro”, recordó.
Los efectivos llegaron a los 20 minutos y luego los vecinos que la socorrieron la trasladaron a un centro de salud. Después radicó la denuncia en la Comisaría Sexta.