La historia detrás de Firulais, el perro callejero que “consiguió trabajo” en una estación de micros y enamoró a todos
El adorable perro arribó hace un año y medio a la estación de micros en Acapulco, México. Recientemente le entregaron un carnet como colaborador más de la central.
La historia de Firulais, el perro callejero que consiguió trabajo como “supervisor de ruta” en una estación de autobuses en Acapulco, México, recorrió el mundo y se hizo viral en las redes. La página de Facebook “Amigos de Lucho” asegura que el can se convirtió en un fiel amigo de todos los boleteros, choferes y empleados del lugar, quienes recientemente le entregaron un carnet de colaborador.
En una publicación detallaron que el animalito arribó hace más de un año y medio a la terminal y que a partir de ese momento, los trabajadores comenzaron a alimentarlo y darle de beber. “Todos en la central de autobuses lo conocen cariñosamente como ‘Negro’, y a él le encanta estar al pie del autobús cuando suben o bajan pasajeros. Es un auténtico supervisor”, señalaron en el posteo de Facebook.
De esta manera, los colaboradores de la terminal decidieron darle un carnet que lee: “Terminal Ejido. Firulais Aplana Calles. Supervisor de Ruta”. La historia emocionó a todos los usuarios, quienes se ven muy agradecidos con el personal de la terminal por alimentarlo y cuidar de él. Además, muchos de ellos incentivan a las personas a apoyar la adopción de animales.
Mientras que Firulais consiguió trabajo en la terminal de buses, una perra hizo lo suyo y aprendió a “trabajar” en una ferretería. A pesar de que algunos piensan que los perros no son capaces de tanto, ellos sorprenden a diario con sus grandes habilidades. En un video publicado por el perfil @Don_Favs se deja en evidencia que los canes pueden llevar a cabo complejas actividades si se los domestica de la manera correcta.
Como se puede ver en el tweet, una persona entra a una ferretería y se encuentra con una perra de raza pastor alemán que está atendiendo desde el mostrador. “Buenos días. Tienes tornillos del uno”, le dice el cliente a lo que la perra contesta con ladridos. Luego ingresa dentro de la tienda y trae lo que el hombre pidió. En todo momento, su dueña se queda acompañando al cliente y el animal es quien hace todo el trabajo. Además, el hombre solicita muelle y forros, la tierna pastora busca los productos y nunca se confunde.
Así, queda demostrado que la perrita se aprendió todos los elementos que hay en la ferretería y los reconoce por su nombre. “Muchas gracias, tiene una perra muy inteligente”, le dice el comprador a la dueña del local.