Rodríguez Saá declaró $267 millones en gastos reservados, pero llegarían a $724 millones
Estos recursos son utilizados de forma discrecional por Alberto Rodríguez Saá y no son rendidos.
Una de las partidas presupuestarias más polémicas y discutidas en San Luis son los gastos reservados de libre disponibilidad que tiene el gobernador Alberto Rodríguez Saá y que no son rendidos, a diferencia de otras partidas.
Desde que el gobernador reasumió el mando en Terrazas del Portezuelo fueron volcados, al menos, $653.393.469 cifra que supera ampliamente lo presupuestado en estos seis años ($321.028.400).
Ahora estas cifras ya millonarias que Rodríguez Saá no tiene la obligación de justificar podrían multiplicarse varias veces hasta llegar a niveles extraordinarios.
Las últimas Cuentas de Inversión de 2021 introducen un gran interrogante sobre las planillas que recibió la Legislatura. En el año de las elecciones legislativas fueron utilizados $267.075.619. Visto de otra manera: unos $22.256.301 por mes, $741.876 por día o $30,911 por hora.
Este monto es un 178,8% más de lo presupuestado para ese año y que fueron $95.785.128.
Pero en el cuadro donde figuran estos fondos aparece otra asignación que haría casi triplicar el monto hasta llegar a los $723.971.462.
Para comprender bien el escenario hay que puntualizar que los gastos reservados se encuentran consolidados en el Presupuesto provincial como “servicios no personales” para la “asistencia general de la Gobernación”, hoy encabezada por Alberto Rodríguez Saá (h).
En esta oportunidad fueron utilizados $456.895.843 en otra partida, la de “bienes de uso”. Se trata de dinero gastado en objetos tangibles y duraderos. Ahora, sumado a los “servicios no personales” la cifra final es de $723.971.462.
Inclusive, legisladores de la oposición consideran directamente que son gastos reservados.
A todo ello hay que sumarle el sueldo de gobernador, que no es informado públicamente. La última cifra conocida data de diciembre del 2020 cuando se supo que Rodríguez Saá cobraba $359.216 mensuales.
Salvo en el 2020 (por la pandemia), todos los años el gasto se multiplicó a lo ya designado en la “Ley de leyes”. En tanto que para este periodo Rodríguez Saá delimitó una cifra simbólica de $1.400.000.
La sobreejecución más marcada se dio en 2018. Ese año, el gobernador tenía aprobados por Presupuesto $30,8 millones, pero gastó el cuádruple: $125,9 millones.
|2016. Presupuestado $21.000.000| Ejecutado $36.102.608.
|2017. Presupuestado $28.000.000| Ejecutado $83.754.872.
|2018. Presupuestado $30.800.000| Ejecutado $125.903.815.
|2019. Presupuestado $65.622.332| Ejecutado $89.900.063.
|2020. Presupuestado $79.820.940| Ejecutado $50.656.492.
|2021. Presupuestado $95.785.128| Ejecutado ¿$723.971.462? ($267.075.619).
A la hora de informar sobre estos fondos reservados de libre disponibilidad, el Gobierno se escuda en el último párrafo del artículo 57 de la Ley de “Contabilidad, Administración y Control Público” de la provincia.
¿Qué dice? “Los agentes de la Administración Provincial a quienes se les haya confiado el cometido de recaudar, invertir, percibir, pagar y en general custodiar fondos o valores del Tesoro, están obligados a rendir cuenta documentada de su gestión y llevar el sistema contable estructurado en base a los lineamientos dados por la Contaduría General. Dicha obligación alcanza asimismo a las personas o entidades tanto públicas como privadas que reciban subsidios o aportes del Tesoro Provincial. Los gastos reservados previstos en la Ley de Presupuesto no están sujetos a rendición”.