Infobae reveló detalles del informe del Mossad sobre los terroristas del atentado a la Embajada de Israel
Quiénes fueron los responsables políticos y autores del ataque a la sede israelí de Buenos Aires ocurrido en 1992 y cuáles son las conclusiones principales del estudio.
Tras conocerse algunos puntos del informe del Mossad, el Instituto de Inteligencia y Operaciones Especiales de Israel, ahora salieron a la luz todos los secretos que el servicio recopiló durante treinta años sobre el atentado a la Embajada de Israel en Argentina ocurrido el 17 de marzo de 1992.
Según reveló el sitio Infobae, "la Unidad Yihad Islámica/910 de Hezbolla (sic), responsable de llevar a cabo atentados terroristas en el Globo por parte de Hezbollah e Irán, cometió el atentado de la embajada de Israel en la Argentina (y el de la AMIA), bajo orden del Régimen Iraní”.
Los puntos más importantes del informe del Mossad sobre el atentado a la Embajada de Israel
El informe llega a cinco conclusiones básicas que responden a quiénes llevaron a cabo el hecho y cómo se pensó :
El régimen iraní y la organización Hezbollah a través de Yihad Islámica son los responsables únicos del atentado.
La infraestructura del atentado (también el de la AMIA) fue creada en Argentina y Brasil a partir de 1988.
Todos los miembros operativos involucrados en el atentado fueron identificados por nombre, apellido y fotografía (Al igual que los participantes en el atentado de la AMIA), y residen en el Líbano y en Irán.
No hubo participación alguna de ciudadanos argentinos en el atentado contra la embajada de Israel.
Todos los miembros de la célula que perpetraron ambos atentados en la Argentina, estuvieron involucrados en atentados adicionales o en la preparación de otras infraestructuras terroristas en otras partes del mundo, incluso en los últimos años.
El dossier del Mossad asegura que el operativo se llevó adelante en dos etapas: una a finales de los 80, en la que se preparó el material y el terreno a cargo de Salman Raouf Salman (conocido bajo su nombre colombiano “Samuel Salman –El Reda”); y otra de mera operación, en la que la célula de cuatro o cinco miembros perpetuó el ataque habiendo arribado días previos al país desde El Líbano, pasando por la triple frontera como medio de ingreso a la Argentina.
Tras el atentado, comenzó una fase de "borrado de huellas" que consistió en la absoluta negación del involucramiento de terroristas en el hecho y para la cual se utilizaron documentos falsos tanto para la movilización en el país como la interacción con ciudadanos locales. Por lo que se concluye: no hubo ciudadanos argentinos involucrados.
De esta manera se explica que el trabajo en el terreno fue realizado por terroristas libaneses que vivían en la Argentina.
Por otra parte, se utilizaron cajas de chocolate y los envases de champú para contrabandear detonadores y el encargado de traerlos a Buenos Aires y esconderlos en Parque Centenario fue Suleiman Abu-Abbas, que confesó su participación en 2001.
“De toda la información que se ha acumulado durante los años dedicados a investigar los dos atentados perpetrados en Buenos Aires –Embajada de Israel y la AMIA-, surge que estos fueron cometidos mediante la cooperación de Irán y Hezbollah. Estas dos partes se unieron y aprovecharon las ventajas relativas de cada (una) de ellas para lograr su cometido causando múltiples víctimas fatales y cientos de heridos”, concluye el informe publicado por el medio argentino.