Barba: “Que San Cayetano ilumine a nuestros gobernantes para que no tengan un gobierno mezquino y que no falte el pan ni el trabajo”
El obispo de San Luis encabezó esta mañana la misa en honor al Santo de la providencia. “Que nos ayude para que todos tengan la oportunidad del trabajo, porque desde el comienzo de la sagrada escritura, se nos enseña que eso es dignidad”, dijo.
Monseñor Gabriel Barba encabezó esta mañana la Santa Misa en honor a San Cayetano, el Patrón del pan y del trabajo, en la tradicional capilla ubicada en la esquina de Yapeyú y Tomás Jofré. A pesar de las bajas temperaturas y la tenue llovizna las celebraciones tuvieron una amplia participación de fieles.
“En un tiempo donde no muchas veces abunda el empleo, pidámosle que ilumine a nuestros gobernantes, para que no tengan un gobierno mezquino, sino amplio, generoso, que mira el bien de la persona y guarde su dignidad para que en ninguna mesa falte el pan y trabajo, que se gobierne en serio para que sea accesible para todos”, dijo el obispo.
Puntualizó sobre la situación económica que vive Argentina: “Tan golpeada y vapuleada, porque somos expertos en crisis, ojalá alguna vez dejemos de serlo y tengamos un poco más de tranquilidad y prosperidad. Vamos a pedirle que nos ayude especialmente a aquellos que más sufren, para que todos tengan la oportunidad del trabajo. Desde el comienzo de la sagrada escritura, se nos enseña que eso es dignidad, completa la obra de Dios y debemos ganarnos el pan con el sudor de nuestra frente”.
El obispo recordó la lectura del evangelio de este domingo que hacía referencia a la carta de los hebreos: “La fe es garantía de la certeza, de lo que no vemos, lo que Dios nos tiene previsto. Si algún tesoro se puede dejar a los hijos, nietos, no hay mejor tesoro más grande que la fe, porque es Dios, que nos da la plenitud, dignidad para vivir hoy”.
En su mensaje, Barba dijo que “si nuestra descendencia recibiera esta educación en la fe, van a poder vivir desde otro lugar, con sentido, moral, fortaleza”.
“Dios no es un solucionador mágico de problemas, al contrario, es el que nos viene a dar la dignidad, salvación, entereza, estar de pie, solamente hay que arrodillarse ante él, su divinidad, no debemos hacerlo ante ningún otro poder”, manifestó.
Y agregó: “San Cayetano entendió este Evangelio y lo puso en práctica. Era una persona con muchos dones, capacidades y no miraba solamente para sí mismo, por eso fue capaz de ser consejero ante las guerras, organizar un banco con préstamo de dinero para ayudar económicamente a las personas más necesitadas, fue muy hábil y astuto para servir a los más pobres, a los más necesitados. Supo no guardarse para sí mismo sus bienes y sus dones, sino ganarse el tesoro donde nadie lo pueda robar, por eso estamos acá haciendo su memoria y pidiendo por su intersección”.
Barba planteó que “somos parte de una cultura que nos lleva a centrarnos en nosotros mismos, mirarnos muy egoístamente, como aquella frase de sálvese quien pueda, ese no es el camino”.
“Vamos a pedirle a Dios que nos dé un corazón atento, sensible, solidario, como el de San Cayetano, que nos permita usar nuestros bienes que tenemos, pocos o muchos, para construir algo que valga la pena. No acumular para darnos una humana seguridad, sino que sirvan para el bien común”, finalizó.
Tras la misa tuvo lugar la procesión por las calles del barrio, y la bendición de los panes.