Los restos de Jorge Luis Lona ahora descansan en La Catedral: “Nunca dejó de rezar por el pueblo de San Luis”
La ceremonia de despedida se realizó este sábado por la mañana. El ex obispo de San Luis murió este viernes a los 86 años luego de transitar por una enfermedad que lo tenía internado en el Hospital Español de Mendoza. Su familia estuvo presente.
La Catedral de San Luis recibió hoy los restos del ex obispo Jorge Luis Lona quien falleció ayer en el Hospital Español de Mendoza luego de batallar por más de tres meses contra una enfermedad. La noticia conmocionó al pueblo puntano que hoy lo acompañó en la misa exequial.
Desde las 8, tanto fieles como allegados y familiares, se acercaron a despedirlo. A las 11 comenzó la misa que le dio lugar a su deseo, que fue ser sepultado en ese templo.
De la ceremonia participaron una gran cantidad de sacerdotes de todos los puntos de la provincia y la misa fue presidida el obispo de San Luis, monseñor Gabriel Barba.
“Nos toca despedir a quien fue padre de esta diócesis, nuestro hermano, quien por diez años sirvió a esta diócesis y recibió en esta misma Catedral, donde lo despidamos y donde descansarán sus restos mortales, la gracia de la plenitud, del sacerdocio, siendo obispo para el pueblo de San Luis”, dijo Barba.
Relató que distintos obispos del país lo llamaron y juntos recordaron viejas anécdotas de Lona quien tomó posesión de la Iglesia puntana el 6 de junio de 2001, y desde ese momento ejerció su ministerio episcopal hasta los 75 años.
“Jesús nos ha regalado, la vida, su vida que ilumina nuestra vida y nos da esperanza, por eso no vivimos ignorante ante la muerte porque creemos en Jesús y porque en él confiamos y hoy nos toca confiar con el dolor del corazón y los sentimientos propios humanos naturales, y bondadosos, propios de la mano de Dios”, expresó.
Y prosiguió: “Nos toca vivir este misterio de la vida y la muerte y sin duda estamos acompañando a nuestro hermano pidiendo que descanses en paz, recibiendo sus obras, aceptando sus méritos, que perdone sus faltas. Jesús le tuvo preparado un seguimiento particularmente doloroso y se unió a Jesús en el dolor de la cruz”.
Para culminar con su reflexión Barba dio gracias por su paso por San Luis y encomendó a que su alma descanse en paz.
En otro tramo de misa exequial, habló Corina, una de las hermanas de Lona que entre lágrimas relató que hace algunos años le consultó dónde quería ser sepultado: “Me dijo en la Catedral de San Luis”.
“Les voy a confesar que en su momento no lo entendía y le cuestioné porque no quería estar al lado de mamá, en el parque de descanso en Mendoza en una parcela está mi madre con una nieta, ahí había un espacio para él”, contó.
A lo largo de su discurso, rememoró los últimos tres meses más difíciles en la vida de su hermano: “Veíamos día a día como se consumía el dolor”.
Confesó que una charla con su otra hermana María Inés había planeado dejar descansar su cuerpo en la provincia vecina.
“Cuando mi hermano me preguntó cuál era la última voluntad de Jorge, en ese momento creo que Dios me iluminó y por eso monseñor Lona está acá, porque le dije que su voluntad era estar en la Catedral del San Luis y nosotros como familia si bien sería más gratos y comprensible que estuviera al lado de mamá, no podemos oponernos, no solo para cumplir ese último deseo de él, sino por respeto al pueblo de San Luis”, expuso.
Revivió la última noche que Lona estuvo con vida y aseguró que fue la primera vez en tres meses que su rostro no tenía un gesto de dolor: “Mientras rezaba y le acariciaba su cara le dije ‘Jorge podés irte en paz, la Virgen y mamá te van a recibir, tus restos van a descansar en la Catedral de San Luis como vos querías’”.
“Creo que es importante que ustedes sepan que él nunca dejó de pensar en ustedes como pastor, y que su deseo era que su resto descansaran acá, nunca, les puede asegurar, que dejó de rezar por el pueblo de San Luis”, finalizó sus palabras con su voz entrecortada.
Luego se continuó a retirar el cajón del altar y fue trasladado a un sector de la iglesia que se preparó para que sus restos tengan ahí su descanso, como lo había pedido.