Historias de San Luis: kioscos de diarios y revistas censurados
A veces suceden hechos que son graves y no están lejos en el tiempo, pero no los tenemos en la memoria inmediata o cercana, porque nuestras prioridades son otras, como subsistir y sobrevivir, nada más y nada menos. Pero no por eso dejan de ser historias de San Luis y acá las recordamos.
A veces suceden hechos que son graves y no están lejos en el tiempo, pero no los tenemos en la memoria inmediata o cercana, porque nuestras prioridades son otras, como subsistir y sobrevivir, nada más y nada menos.
Pero no por eso dejan de ser historias de San Luis y acá las recordamos.
Por ejemplo. En el año 2020, durante algunos días de los meses de marzo y abril, los kioscos de diarios y revistas de San Luis estuvieron sin recibir material nacional para la venta, en el marco de una de las tantas disposiciones poco claras que se tomaron durante la pandemia en nuestra provincia.
No se podía comprar ni leer ninguna otra publicación que no fuese el diario propiedad de la familia gobernante.
Era lo único que podían vender los kioscos o los canillitas.
¿Se acuerda de esta historia?
Las entidades periodísticas nacionales como ADEPA (Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas), los distribuidores y los canillitas denunciaron al gobernador Alberto Rodríguez Saá de atentar contra la libertad de expresión e información de los ciudadanos.
No era la primera vez que el gobernante hacía algo así, pero esta vez la pandemia le daba las razones que necesitaba para establecer un cerco informativo total al ingreso de los medios gráficos nacionales.
Las cosas comenzaron a complicarse el 19 de marzo de 2020 cuando el Comité de Crisis (¿se acuerda?) que presidía el gobernador dispuso cerrar la ruta nacional 8 apenas tocaba suelo puntano.
Las camionetas de las distribuidoras nacionales traían los diarios y revistas desde Buenos Aires por esa ruta, pasando por Pergamino, Venado Tuerto, Río Cuarto, Villa Mercedes y San Luis.
No dejaron pasar al transporte.
Se dispuso entonces desviar el recorrido y pasar por La Punilla, pero el 1°de abril se cerró ese paso limítrofe, y lo mismo aconteció con la última alternativa, que era Justo Daract.
Los diarios y revistas nacionales no podían ingresar a la provincia de San Luis, pero llegaban sin problemas a todo el país.
Esta situación irregular se prolongó varios días.
El Comité de Crisis señaló como una de las razones principales que “los camiones con carga podían circular, pero no las camionetas”.
Las dos distribuidoras que operaban en la provincia en esa época respondieron que no se justificaba semejante transporte para cuatro paquetes de diarios y revistas que llegaban al territorio puntano.
El gobernador, cuando ya la situación se iba complicando a nivel de la crítica nacional, hizo declaraciones afirmando que fue un malentendido “con los papeles de la camioneta”.
Y luego los diarios y revistas nacionales libremente por las rutas de San Luis.
Aunque siempre con una estricta vigilancia de sus contenidos, por las dudas que haya que comprar todos los ejemplares.
Tranquilos/as, amigos y amigas. No estoy desvariando.
Algunas veces, cuando publicaciones nacionales mostraban contenido que perjudicaba a los hermanos gobernantes, en 10 minutos todos los kioscos vendían esos diarios o revistas. Se agotaban los ejemplares.
Después le cuento algunas de esas historias. Sucedieron.