SAN LUIS
En medio de un dolor infinito sepultaron a Diego Gatica
Familiares, amigos y efectivos participaron de una emotiva despedida al joven policía que fue asesinado en un asalto para despojarlo de la bicicleta y las zapatillas.
Este martes por la mañana, los restos del policía Diego Gatica fueron sepultados en el cementerio Jardín del Recuerdo en medio de un dolor infinito.
Además de familiares y amigos, una guardia de honor y efectivos de distintas divisiones escoltaron el cuerpo desde la sala velatoria a la morada final.
El ataúd había sido envuelto con una bandera Argentina, un sable y el gorro que usaba Gatica como efectivo de la fuerza. Además, se había colocado una flor roja que simbolizaba la sangre derramada del joven.
“Estamos viviendo momentos de profunda tristeza, desconcierto, de desolación, y nos preguntamos ¿Cómo pudo suceder esto? ¿Cómo es posible que haya seres tan irracionales que nos arrebataron de esta forma tan cruel a nuestro querido Diego y sé que en estas circunstancias las palabras sobran, pero hay preguntas sin respuestas y hoy el dolor es de toda la sociedad puntana, de gente sencilla y que ama la vida. Condenamos una vez más con toda firmeza este horrible crimen, asesinato”, expresó el capellán de la Policía, Aníbal Sosa en la puerta de la Previsora.
A medida que la caravana avanzaba por las calles de la ciudad, vecinos salían a la vereda con carteles y aplaudían para acompañar los restos del joven asesinado. Además, un grupo de bomberos se estableció en la intersección de la avenida Lafinur y Ruta nacional N° 146 y colgaron una bandera argentina en una grúa para honrar al policía.
“Padre nuestro venimos a ti dolidos, partidos de dolor con lágrimas en los ojos y el corazón muy roto y humillado por la impotencia. A todos nos queda una pregunta: ¿Por qué y para qué? ¿Es posible tanta crueldad en el corazón humano? ¿Puede haber en este terruño de buenos amigos gente con tanto odio? ¿Es posible que esta sociedad hoy está engendrando delitos tan grandes y monstruosos en tan pequeñas personas sin educarlos en amor y en la honestidad como lo hicieron los padres de Diego?", planteó Sosa en sus palabras.
Y agregó: "Hemos de aprender mucho de esta muerte. No nos debemos olvidar porque entonces no vamos a aprender absolutamente nada. La vida se defiende, se protege hasta el final, es el mayor tesoro que tenemos, sin eso, no tenemos nada".
Antes del entierro, familiares, amigos y policías realizaron un caluroso aplauso que se hizo sentir para despedir por última vez al joven de 30 años.