Historias de San Luis: fantasmas en Canal 13 San Luis
El pasado domingo comencé con unos relatos de “presencias o hechos extraños” en los medios de comunicación de San Luis.
Como decía, algunos los llaman fantasmas, otros entes energéticos, también espectros, almas en pena y muchas definiciones más.
Como muchos saben, y si no les cuento a unos y les recuerdo a otros, trabajé durante muchos años en Canal 13 San Luis, tanto en el servicio informativo como en la conducción de programas especiales.
Eso me permite recordar historias contadas por compañeros de trabajo y algunas vividas muy de cerca por mí.
Una de esas vivencias aterrorizaba a las y los operadores cuando les tocaba trabajar en el turno noche y cerrar las transmisiones.
Por supuesto, varios años atrás y sin las remodelaciones que tiene el edificio.
Antes (no sé actualmente) era posible observar alguien subiendo las escaleras hasta el último piso del canal.
Iba con ropa oscura, un sombrero, un sobretodo o tapado largo (porque no se sabe si era hombre o mujer).
Muy ágilmente subía los escalones dirigiéndose a un lugar que estaba a oscuras y todo cerrado con llave.
Algunos ex compañeros se atrevieron a subir para mirar que pasaba con la puerta de entrada, y la misma seguía con llave.
Pero el misterioso personaje no se veía por ningún lado.
Y la escalera para subir y bajar era la misma. No que se subía por un lado y se bajaba por otro. No. Nada que ver.
Pero no estaba. Todo hacía pensar que había atravesado la puerta sin abrirla.
Y ya que andamos por la planta alta, dos operadores cuentan que estaban trabajando y conversando. En ese lugar hay una gran mesa con computadoras, impresoras, teléfonos y demás elementos de trabajo.
De repente miran atentamente y dos saquitos de té que estaban a una prudente distancia de ellos, se movían de un lado a otro sin que nadie los tocara. No había ninguna corriente de aire o ventilador funcionando para generar ese extraño movimiento.
Y en esos momentos también observaron aparecer a una figura masculina de la nada, que entró a una oficina que estaba vacía, pero con la puerta cerrada con llave.
El canal tiene (o tenía) en las alturas de los estudios una imponente parrilla de luces.
Un día, desde abajo, se podía ver las suelas blancas de unas zapatillas de alguien que estaba sentado, se observaban dos piernas cubiertas con pantalones y el torso de un ser humano que se recortaba en la oscuridad. El rostro no era visible.
Los técnicos subieron rápidamente y no vieron a nadie.
Y de voces extrañas y llantos ni hablemos, sobre todo los fines de semana.
Alteraban a los que trabajaban y a las guardias policiales del lugar.
Algunas personas que conocen o dicen saber de estos temas sostienen que el lugar estaría lleno de lo que ellos llaman “entidades”.
Que no son peligrosas, pero alteran. Sin dudas que alteran.
En próximas notas seguimos, porque hemos recibido valiosos aportes de extraños sucesos en varios lugares de nuestra ciudad, y hay que ampliar los testimonios, que afortunadamente son muchos.
A todos muchas gracias. Y saludos a los ex compañeros y compañeras de Canal 13. El mejor recuerdo de todos. Los que están, los que ya no están, y los que partieron de este mundo televisivo a otros canales de la vida.