La inflación golpeó más fuerte a los pobres: la comida para sobrevivir aumentó 89% en un año
La Canasta Básica Alimentaria (CBA) que mide la línea de indigencia trepó a $ 59.931. El alza fue superior al del IPC. Para superar la pobreza hay que ganar más de $ 128 mil.
La Canasta Básica Alimentaria (CBA) -cuyo valor mide la línea de indigencia- alcanzó a $ 59.931 en septiembre, con un alza interanual de 89%, lo que implica que los sectores de menores ingresos sufrieron más la inflación que los estratos medios y altos de la sociedad.
El incremento de 89% es 6 puntos superior al Indice de Precios al Consumidor (IPC) –que reúne a todos los precios de la economía – cuyo incremento interanual fue de 83%.
La CBA está compuesta por un conjunto de alimentos básicos para la alimentación de una familia durante un mes y el valor de $ 59.931 corresponde a un grupo compuesto por un matrimonio y dos hijos menores.
La diferencia se explica en que los sectores más vulnerables de la sociedad utilizan un mayor porcentaje de sus ingresos para comprar alimentos, que justamente fueron los que experimentaron las mayores variaciones en los últimos meses.
Por su parte, para no ser pobre una familia tipo necesitó reunir ingresos por al menos $ 128.214,11, que fue el valor al que trepó la Canasta Básica Total (CBT). Esta canasta además de comida, contiene una serie de servicios básicos para la manutención de una familia tipo a lo largo de 30 días.
La CBT subió 7% en forma intermensual, 68,3% desde enero y 81,7% contra igual mes del año pasado.
La brecha entre la CBT y la CBA es justamente el efecto de los alimentos, ya que la CBT capta también los servicios básicos cuyas tarifas aún no registran los aumentos anunciados lo que provocó que se ubicara por debajo del IPC general.
Debido a la fuerte escalada de los alimentos, el gobierno procura alcanzar un acuerdo con empresarios para congelar el precio de más de 1000 productos al menos por 90 días. Será bajo el nombre “Precio Justo” que conviviría con “Precios Cuidados”.
Pero los empresarios ya manifestaron su rechazo a la iniciativa, porque una de las condiciones es que el precio esté grabado en el envase.
Los dueños de las fábricas dicen que esa acción incrementaría los costos de packaging y demandaría al menos unos tres meses para renovar el stock existente.
Las estimaciones realizadas sobre el comportamiento de los precios en las primeras semanas de octubre revelaron que el ritmo de aumento es menos intenso pero continúa en valores muy altos.(NA)