Pepe Mujica y su coherencia: “No se puede soportar semejante despilfarro de recursos; yo no hago apología de la pobreza, sino de la sobriedad”

Lo que comenzó como una conferencia de prensa para los medios San Luis en el Auditorio Mauricio López terminó con una clase de antropología y hasta de historia de José “Pepe” Mujica. Todo en el marco de la entrega del título Honoris Causa que le entregará la Universidad Nacional de San Luis (UNSL).

En el contacto con los periodistas durante casi una hora, el ex presidente de Uruguay (2010-2015) esbozó un amplio análisis de la actualidad de los países del continente y extendió su mirada al resto del planeta.

Hizo hincapié en cómo es utilizada la política en la construcción de las democracias, la dilapidación de recursos por parte de las minorías privilegiadas y la alta desigualdad dispersa entre las sociedades. Siempre desde un punto de vista humano y universal, como lo caracteriza.

De entrada, repasó un poco el papel de San Luis en la conformación del Ejército de Los Andes, se inmiscuyó en su relación con la Argentina e inmediatamente dio su primera impresión: “Tenemos una deuda social tremenda en nuestra Latinoamérica que es la desigualdad”.

“Tenemos que tener esa sensación de que es hermoso gastar una parte de nuestra vida en la lucha por saldar esa deuda que tenemos con una parte importante de nuestro pueblo. Existen locos como yo que se la agarran enserio y sueñan que es posible cambiar para mejorar el mundo, y fracasan. Tenemos la satisfacción y felicidad de tener una causa para vivir. No es poca cosa”, sostuvo.

Con sus típicas pausas para contar datos históricos de cómo el humano evolucionó junto a sus relaciones sociales, se detuvo a brindar su visión casi filosófica sobre la libertad y la dignidad.

“Vivimos en una etapa de la civilización donde tácitamente se nos tiende a educar que triunfar en la vida es hacerse rico. Esto es una mentira canallesca. Si 7 mil millones u 8 mil millones de habitantes fueran a vivir como vive la minoría privilegiada del mundo, necesitaríamos 3 o 4 planetas porque lo haríamos pelota”, señaló.

Y fue más allá: “No se puede soportar semejante despilfarro de recursos. Yo no hago apología de la pobreza, sino de la sobriedad. Aprender a vivir con lo necesario y no volverse loco”.

“Nunca los humanos tuvieron los recursos de hoy, por lo tanto, hay cuestiones inexplicables e injustificables. Una de las contradicciones más severas de la época es la enorme tendencia de la desigualdad, problema de carácter político y la tenemos que combatir”, aseguró.

En la conferencia, el dirigente estuvo acompañado por el rector de la UNSL, Víctor Moriñigo. Llegó a San Luis con su esposa, Lucía Topolanky, que además estuvo presente en el Auditorio.

Antes, como es tradicional, firmó el título especial de Doctor Honoris Causa, el libro que así lo certifica y también colocó su rúbrica en el libro de visitas honorables. Este viernes por la tarde recibirá el reconocimiento en un acto en el Polideportivo Ave Fénix, en Juana Koslay.

En esta disertación, Mujica también expresó que “la práctica de la sobriedad en la forma de vivir es la defensa de nuestra libertad”.

“¿Cuándo eres libre? ¿Cuándo estás trabajando por necesidad materiales o cuando haces cosas que a ti te gustan, te motivan y que no necesariamente tiene que ver con lo que ganas?  ¿Para qué vivimos? ¿Nacimos para trabajar solamente? No, hay que tener tiempo para vivir”, recomendó.

Bajo este mismo tono indicó que su presencia en territorio puntano es por su rol de “predicador de carácter social”.

“No vine por plata, sino que vengo porque soy un predicador de carácter social. Gasto tiempo de mi vida, ando con mis huesos a la miseria porque tengo 87 años, pero siento el placer de sembrar, ese soy yo, es mi lujo””, agregó.

Mujica nació en Montevideo el 20 de mayo de 1935. Es un dirigente histórico con una activa política nacional en el área económica, social y educativa. Intentó una reforma del Estado en cuanto a la administración pública.

En otro pasaje subrayó diferentes observaciones en la construcción de las democracias y puntualizó que “los dirigentes son coyunturales, los elegimos por momentos y deberían vivir como vive la mayoría de su pueblo y no cómo la minoría privilegiada, no es ninguna carga, eso es un honor”.

“Hay gente que cree que la política es hacer plata, personalmente pienso que a los que les guste mucho la plata deberían irse a la industria, al comercio, que les vaya bien y paguen impuestos”, manifestó.

Cuando desarrolló el concepto de democracia dijo que “es la mejor porquería que hemos podido organizar porque no se reconoce perfecta, sino perfectible, mejorable y no es absoluta”.

“La democracia promete una igualdad de derechos que desde el punto de vista práctico todos sabemos que hay minorías muchos más iguales que otras, por el poder desde el punto de vista económico. Quizás la democracia no puede ser perfecta porque no lo somos los humanos, no son tantas las instituciones que fallan, los que fallamos somos los humanos”, ahondó.

Ya en el cierre, se animó a vaticinar “un cambio de época” y de paradigma en las que habrá nuevas luchas por delante.

“No digo que ese mundo va a ser mejor o peor si no distinto. No sé si habrá revoluciones, pero puede ser que la humanidad se canse de la gente que despilfarra. Por ejemplo, los millonarios que trazan un turismo espacial, frente a las mujeres de África que caminan cinco kilómetros para conseguir dos baldes de agua”, comparó.

Y el concepto final fue el moño a la conferencia: “La humanidad no puede en nombre de la libertad no solucionar problemas básicos de la vida, ¿tendremos tan poca empatía? creo que habrá lío, tiene que haber lio”.