Lo condenaron a 12 de años de prisión por golpear y abusar sexualmente a su pareja
Un hombre fue considerado culpable del delito de lesiones leves agravadas por la relación de pareja y violencia de género en concurso real con el delito de abuso sexual con acceso carnal.
La víctima de los hechos fue su pareja, con quien el acusado mantenía una relación sentimental desde hacía más de veinte años. La sentencia, votada de forma unánime por los camaristas, se emitió este lunes a la tarde luego de cuatro audiencias de debate oral.
Para el tribunal, estuvieron probados los hechos que fueran materia de acusación por parte del fiscal de juicio, Esteban Roche, como así también la autoría por parte del imputado. No obstante, la diferencia radicó en el monto de la pena ya que la fiscalía había solicitado 16 años de prisión, informó prensa judicial.
El tribunal, integrado por José Luis Flores, Jorge Sabaini Zapata y María Eugenia Zabala Chacur ordenó además que se brinden las herramientas idóneas para mejorar el manejo de la ira por parte del interno quien continuará alojado en el Servicio Penitenciario Provincial, lugar en el que está desde octubre de 2020 cuando, luego de la denuncia de la víctima, la justicia le dictara la prisión preventiva.
En su alegato, el fiscal hizo una cronología de los eventos violentos que vivió la víctima durante los 23 años de convivencia, a los que definió como “un infierno”.
“La víctima tuvo una infancia difícil y a los 19 años conoció al imputado a quien veía como su salvador, no sabía del infierno que iba a vivir. Los golpes comenzaron a los tres meses de relación y luego se fueron reiterando a lo largo de los años. Producto de los golpes, la víctima perdió un embarazo. Pudimos ver dos videos que muestran al agresor golpeándola con una tenaza en las costillas y luego con los puños. Todo delante de sus hijos”, dijo el fiscal.
Y agregó: “La golpeó en la casa, en un auto; la celaba, le tenía que enviar la ubicación en tiempo real, la aisló de su familia, la bañaba con agua fría, la obligaba a tener relaciones sexuales. La pandemia significó una violencia desmedida. La última golpiza fue en octubre de 2020. El informe médico de la Doctora Marcela Gómez reveló 13 hematomas en ojos, muslos y cabeza; también un desgarro en su zona genital”.
El abogado de la víctima, Carlos Pereyra Malattini, adhirió a lo alegado por el fiscal pero solicitó que se ampliara la acusación por privación ilegítima de la libertad. “Mi defendida debió sufrir un nivel de sometimiento al punto de la degradación. No podía salir sin el permiso de su pareja, debía enviar la ubicación, decirle con quien hablaba, le hacía probar la comida antes por miedo a que estuviera envenenada. Luego venía el sexo. Primero la golpiza y luego la obligaba a tener relaciones”, dijo el abogado.
Como atenuantes, los jueces mencionaron la falta de antecedentes del acusado y como agravantes las circunstancias de tiempo, modo y lugar, y el especial marco de vulnerabilidad en el que se ha puesto a la víctima.
Esteban Sala, defensor oficial, dijo en su alegato que “se utilizaron episodios de violencia aislados para llegar a esta calificación diciendo que estos episodios se dieron en los 20 años de pareja”, y que su defendido “no obligó a vivir con él a su ex pareja ni tampoco a convivir con otras personas”.
Sala insistió que la detención del acusado fue ilegítima y que todos los actos procesales posteriores fueron nulos. “Se acreditó que el imputado estuvo detenido un día antes a que se emita la orden judicial por averiguación de antecedentes”, dijo.
También atacó el informe médico de la Doctora Gómez: “El informe es incompleto, tendencioso y parcializado. Tiene contradicciones. El primer informe que le hicieron a la víctima en la Comisaría del Potrero, realizado por el médico Amaya Cejas, decía que la mujer tenía escoriaciones leves y que no se observaban orras lesiones al momento del examen”.
Sala expresó además que el monto solicitado por la fiscalía era “altísimo” y que solo fuera condenado por lesiones leves por cuestiones de género. “Solicito que se declare la inaplicabilidad del delito de privación de la libertad y que se lo absuelva por el de abuso sexual”.
El acusado es un hombre de 49 años que se dedicaba a la reparación de electrodomésticos y que vivía con la denunciante en la localidad puntana de Potrero de Los Funes. La pareja se conoció cuando ella tenía 19 años y él 24.
La mujer denunció, además, que era tal sometimiento que presuntamente vivía, que dejaba que el acusado tuviera relaciones con otras personas porque de esa forma la trataba mejor.
También recalcó que el miedo que tenía de su pareja era tan grande, que se comunicaba con sus familiares directos a escondidas o utilizaba distintas cuentas de correo electrónico. Por este motivo, los hermanos de la mujer la ayudaron con un alquiler para que se mudara a la ciudad de San Luis con sus hijos pero en noviembre de 2019 la pareja se reconcilió y la víctima regresó a Potrero.