TILISARAO
En medio de la indignidad, así viven las mujeres que procesaron por usurpar las viviendas que construyen la Nación y el Gobierno provincial
Se difundieron imágenes de cómo son las construcciones que habitan con sus hijos. Sostienen que siguen esperando respuestas de las autoridades. El domingo se movilizarán en el pueblo.
Usurparon 8 casas que construye financia la Nación y ejecuta el Gobierno de San Luis en la localidad de Tilisarao y ahora están pagando las consecuencias. Primero la denuncia de la empresa constructora, que la hizo el abogado Andrés Dermechkoff (el ex ministro de Educación de Alberto Rodríguez Saá) las llevó a la Justicia y fueron procesadas. Y más tarde comenzaron los aprietes de que “van a perder el plan si siguen reclamando”. Desde el Gobierno comunicaron esta semana que por el delito que cometieron no podrán acceder a ningún plan de vivienda. Es un mensaje además para el resto de las familias diseminadas en el resto de la provincia que no tienen donde vivir y que ya no pueden hacer frente a los gastos de alquiler por su delicada situación económica.
Las mujeres viven en extrema vulnerabilidad, y según comentaron agotaron todos los pedidos a las autoridades para tener una casa digna. Entre las 8 familias se cuentan un total de 20 hijos, algunos con discapacidades.
“El Gobierno dice que la Municipalidad tiene terrenos, y acá dicen que no hay, entonces se van tirando la pelota entre ellos. Ya les dijimos que no queremos que nos regalen nada, queremos pagarlo, en cuotas o como sea. Acá para poder comprar un terreno tenés que entrar con 300 mil, y ninguna de nosotras podría si no nos ayudan. Hay un montón de tierra que se destina para domadas o para juntar mugre, pero la postura de ellos es firme”, relató una de las madres, en un contacto de El Chorrillero, que reservará la identidad. Así graficó el momento que transitan. Algo que no cambió demasiado desde la madrugada del 20 de octubre cuando usurparon el barrio (de 15 viviendas) sobre calle Mitre. Mientras esto pasaba Rodríguez Saá tenía un pie en el avión que lo llevaba junto a una comitiva a Europa. Y dos días después, cuando el juez Jorge Pinto ordenaba el desalojo, el gobernador ya paseaba por Madrid. Su destino era la ciudad francesa Cambo les Bains, donde San Luis se postuló para ser sede del Mundial de Pelota Vasca en 2026, y la ganó.
Hoy trascendieron las imágenes que muestran cómo son los lugares que habitan muchas de las madres jefas de hogar que decidieron reclamar por el derecho de una vida mejor. Están en ranchos sostenidos con palos, que tienen nylon en los techos y las ventanas para protegerlos de las lluvias. Los baños son apenas letrinas.
Las que no puede alquilar viven detrás del Palacio Municipal, como pueden y con lo que tienen. Es una especie de asentamiento de los vecinos sin hogar propio. Se conocen a esos sitios como “la policía vieja” y dependencias del ferrocarril: en concreto son edificaciones que pertenecen tanto a los gobiernos provinciales y nacionales. Hay una gran precariedad, los techos se caen a pedazos, están hechos con ladrillo y tirantes de madera que están podridos.
La fuente explicó que “se vive con mucha necesidad en el pueblo, y en un constante tire y apriete”.
“A las mujeres que tienen el plan de Inclusión las amenazan de que se los van a quitar sin siguen pidiendo una casa. Se dicen muchas cosas, pero no se muestra cuál es la realidad, y nosotras no mentimos, más del 50% de la población está en las mismas condiciones, es muy grave”, aseguró.
El Chorrillero pudo saber que una de las mujeres le alquila una pieza al padre del intendente, Juan Manuel Olguín, y que le paga $15 mil por mes.
“Los alquileres son una locura, y muy precarios. No hablo solo por mí, a una de las chicas le prometieron pagarle un año de alquiler, y eso no soluciona el problema”, aseguró.
Desde que comenzaron con la lucha vienen sosteniendo que hay viviendas desocupadas en la localidad, o que son utilizadas solo el fin de semana. También que “hay acomodo” a la hora de la adjudicación y que “hay funcionarios que tienen dos propiedades”.
Ahora pretenden que las promesas que les están haciendo “queden escritas” así tienen “una garantía” del algún cambio.
Este domingo a las 17 se movilizarán para insistir en el reclamo. Hay un movimiento feminista que las acompañará, como también otras que la están pasando de la misma manera.