La urgencia de los gabinetes psicopedagógicos en las escuelas: violencia familiar, abusos y depresión en niños y adolescentes
La situación que expuso la comunidad educativa de la Escuela “René Favaloro” se replica en otras instituciones de San Luis. Maestros consideran que los talleres esporádicos no son la solución y deben conformarse equipos con profesionales dentro de cada establecimiento.
La conformación de gabinetes psicopedagógicos es uno de los reiterados pedidos que vienen realizando desde hace meses los gremios docentes, y ahora se sumaron padres y alumnos. El crecimiento de la violencia dentro de los establecimientos es una de las principales preocupaciones por las cuales reclaman un accionar urgente del Gobierno provincial.
En el cierre de la semana, estudiantes del Centro Educativo N°28 "Doctor René Favaloro" concretaron una sentada para exponer la inquietud y pedir a las autoridades la conformación de equipos profesionales que trabajen en la contención psicológica. Dos hechos graves fueron los que los movilizaron a tomar la determinación.
El primero de ellos fue el abuso de una alumna de 18 años en manos de un compañero de la misma edad. Y días atrás se sumó el intento de suicidio de un chico de la primaria dentro de la institución.
Sin embargo, no fueron hechos aislados y se suman a otros que se dan en otras escuelas y con una mayor frecuencia. Entre ellos aparecen las situaciones de violencia, de abuso intrafamiliar y de depresión.
Desde el Colectivo de Docentes en Lucha brindaron su apoyo a los estudiantes del “René Favaloro” y reclamaron a la gestión de Alberto Rodríguez Saá la creación de gabinetes psicopedagógicos en todos los establecimientos.
“Que el ministerio de Educación deje de mirar para otro lado”, reclamaron desde el sector y tuvieron en cuenta “diversas situaciones vividas en nuestras escuelas, que ponen en riesgo la integridad tanto física como psicológica de la comunidad educativa”.
Una de las docentes, Mara Campanella explicó que se están dando “muchas cuestiones muy graves que suceden a nivel social, pero que se trasladan” a las aulas.
“Situaciones de violencia familiar de las que son víctimas muchos estudiantes, cuestiones de abusos y hay muchos problemas de depresión infantil y juvenil. Muchos intentos y suicidios de jóvenes”, precisó en declaraciones a El Chorrillero.
Uno de los más recientes fue en un establecimiento del Barrio 1º de Mayo. Reconoció que si bien “no es información pública” existe “una suba de casos”.
“Hace un tiempo tuvimos una capacitación en la escuela por el tema de suicidio. Pero es muy limitado el trabajo que puede hacer el docente, que tiene que dictar un programa, materias y demás, si no hay un acompañamiento profesional dentro de las instituciones”, puntualizó.
Sobre el Centro Educativo “René Favaloro” mencionó que les prometieron talleres sobre Educación Sexual Integral y de convivencia escolar. Pero consideró que “son cuestiones circunstanciales donde van una o dos veces y no hay un abordaje más de fondo de las problemáticas”.
Tuvo en cuenta, que en la sentada de alumnos y padres “había un montón de funcionarios de la secretaría de la Juventud” que actuaban como “mediadores”. Incluso se acordó una mesa de diálogo donde intervenían éstos, las autoridades y los delegados del centro de estudiantes.
“Lo que corresponde es que esté el ministerio de Educación haciéndose cargo y dando respuestas”, subrayó.
Hizo referencia a la Escuela Técnica 37º de Juana Koslay donde hace un par de semanas un hombre ingresó armado y le disparó a su ex pareja, quien se desempeña como docente en el lugar.
“Al otro día hubo talleres y después todo siguió normal. Se abordó como un tema de violencia de género cuando si una persona irrumpe armada y dispara dentro del establecimiento es una situación de violencia escolar. Más allá de quien era la destinataria y el motivo”, sostuvo.
En la misma línea, advirtió que “todas las problemáticas que van surgiendo se van tapando con estos parches de los talleres”.
“La mayoría no tiene un trabajo en profundidad dentro de las instituciones. No es lo mismo ver las cuestiones cotidianas que ir esporádicamente. Esa es la diferencia entre lo que puede hacer un gabinete psicopedagógico y un técnico del ministerio”, insistió.