Para obtener la licencia en San Luis, los conductores tendrán que formarse en perspectiva de género
Este jueves se tratará en el Concejo Deliberante un proyecto que establece esta obligatoriedad para sacar el carnet o renovarlo en todas las categorías.
Tras la obtención del despacho de la comisión de Transporte, los concejales de la ciudad de San Luis votarán la iniciativa que establece como requisito la formación en perspectiva de género, para poder sacar la licencia de conducir.
Se trata de un proyecto de ordenanza que instaura este punto como obligatorio, tanto para aquellos que tramiten el carnet por primera vez como para los que lo renueven en las diferentes categorías.
La iniciativa fue impulsada en 2020 por la concejal Julieta Ponce de Unidad del bloque del gobernador Alberto Rodríguez Saá, ante la necesidad de “implementar políticas públicas efectivas y concretas para prevenir la violencia de género”. Afirmó que es “indispensable” la formación en la temática para los conductores de la ciudad.
Entre los argumentos, señaló que los roles de género son “construcciones sociales que conforman los comportamientos, las actividades, las expectativas y las oportunidades que se consideran apropiados en un determinado contexto sociocultural para todas las personas”.
El primer artículo estipula que la formación con contenidos de perspectiva de género incluirá información sobre “violencia de género, diversidad y derechos de las mujeres, niñas y adolescentes”.
En segundo lugar, determina que el curso será instrumentado por la dirección de Género y Diversidad de la Municipalidad por medio de la Dirección de Tránsito.
Asimismo, establece que la comuna deberá elevar informes anuales al Concejo Deliberante con detalles sobre la cantidad de licencias otorgadas y renovadas, al igual que las personas alcanzadas por las capacitaciones. Y el área correspondiente tendrá que articular la formación con la secretaría de la Mujer, Diversidad e Igualdad de la Provincia.
“Lamentablemente la violencia de género en todas sus formas permanece en nuestro acontecer cotidiano, a veces naturalizada en comportamientos y en actitudes recurrentes. El acoso callejero, tan solo para nombrar un ejemplo, es una de las expresiones y ocurre en el espacio público o de acceso público, de forma diaria”, sostiene parte de los fundamentos del proyecto.
De la misma manera, en el despacho de comisión advierten que es “indispensable impulsar políticas públicas que tengan un impacto real y sostenido en el tiempo, con herramientas pertinentes para paliar las condiciones de desigualdad a las que las mujeres se encuentran sometidas, e incluso romper este mandato de tener que ser ellas mismas las artífices de la prevención y de la solución”.
Por eso, marcan como obligatoria una instancia de capacitación que “transmitirá a varones y mujeres de la ciudad información profesional y adecuada sobre esta problemática al momento de tramitar las licencias de conducir en todas sus categorías, en relación directa con las normas de convivencia urbana”.
Reconocieron además, que la implementación será “un primer abordaje de la temática” para “llegar a ciudadanos que quizá nunca se cuestionaron sus privilegios, como así también a ciudadanas que aún no han podido reconocerse como víctimas de violencia”.