La inseguridad que viven los barrios de Villa Mercedes: delincuentes que acechan con armas tumberas y que se meten a las casas cuando los dueños duermen
Nadie se puede acostumbrar a vivir con miedo, por eso los vecinos de varias zonas de la ciudad sienten impotencia e indignación. Otros están amenazados para que no denuncien a los delincuentes.
El ataque que sufrió un comisario en el Barrio 70 Viviendas al intervenir para que no agredieran a unos menores de edad, desató otro pedido de seguridad.
Ningún sector periférico de la ciudad de Villa Mercedes escapa a la inseguridad. En el Eva Perón 2 los ladrones marcan las casas, entran cuando las familias duermen y arrasan con lo que tienen a su paso. En el Barrio Celestina ya le robaron dos veces en un lapso de 10 días a la capilla Virgen del Buen Viaje y los dejaron sin mercadería ni elementos para cocinar: tuvieron que cerrar el comedor que contenía a más de 60 familias todos los sábados.
El comisario Germán Bonafede estaba cortando el pasto de su casa cuando fueron a buscarlo para que intervenga en un conflicto. Unos menores de edad estaban siendo agredidos por algunos sujetos conocidos en el barrio. Cuando llegó para poner fin a la pelea, uno de los agresores sacó un arma blanca y el policía se trabó en lucha para reducirlo. Pero como otros vieron que estaba desarmado aprovecharon para ir contra él y evitar la detención. En ese momento uno comienza a disparar con un arma tumbera y le causa heridas en la espalada y en la cabeza.
“Estamos cansados. Todos hemos denunciados, en vez de protegernos a nosotros que somos gente laburante, los protegen a ellos que son delincuentes, y usurpadores de casas. Atacan a los chicos menores de 17 años”, dijo Víctor un vecino del barrio en diálogo con la prensa.
Otros comentaron que tienen varias denuncias radicadas y que las personas que provocan los desmanes están identificadas, aunque “la Justicia no actúa”.
“Los chicos no pueden salir a la esquina que ya viene esta gente con los cuchillos y los salen a corretear. Denunciamos que andaban con esa arma tumbera, porque los captó una cámara, pero no hicieron nada”, sostuvo.
Los vecinos marcaron la preocupación porque a partir de este suceso se llenó de policías el barrio pero cuando la fuerza se va “quedamos en peligro”.
“Todos los vecinos estamos amenazados de que nos van a prender fuego la casa. Ellos son los dueños y están en la entrada, que es la única que tenemos, para entrar y salir”, añadió.
Esta semana los ladrones también golpearon en el Barrio Celestina, uno de los más humildes de la ciudad. En la capilla Virgen del Buen Viaje desvalijaron el comedor de Cáritas por segunda vez en un lapso de 10 días.
El hecho generó indignación porque allí se cocinaba para unas 60 familias que viven en estado de vulnerabilidad. Los malvivientes se llevaron todos los elementos de la cocina. Garrafas y ollas, entre lo más importante. Tuvo que cerrar hasta que vuelvan a conseguir todo lo que necesitan.
En la misma semana los vecinos del Eva Perón 2 pidieron seguridad “urgente” a través de una carta que enviaron a la Comisaría 40º. Dieron cuenta que los ladrones se meten a las viviendas a cualquier hora del día. “Golpean las manos para saber si hay gente. De ese modo roban. No podés estar tranquila ni en la vereda ni en el patio porque no sabés en qué momento se te meten”, dijo una vecina.
Los damnificados conocen a los sujetos y por miedo a represalias no hacen la denuncia. Ahora comenzaron a marcar las casas y eso los puso a todos en alerta. Uno de los momentos más difíciles los vivó una mujer cuando dormía con su hijito. Para sustraerle los elementos de valor, los delincuentes se sacaron las zapatillas. Pero un ruido alertó a la dueña y de la casa y los encontró al lado de la cama. Cuando se vieron descubiertos escaparon.